No se podía imaginar Elías Zafra, constructor octogenario para más señas, que sus libros iban a tener tal repercusión varios años después de su edición, -autofinanciada por el propio autor-. Porque para ser su publicación un "libelo, lleno de barbaridades", como se ha dicho desde el PP, o "basura de un desequilibrado", como ha manifestado el PSOE, ha conseguido llevar a los juzgados a algún dirigente, devolver a las páginas y los espacios de los medios de comunicación a políticos fallecidos o retirados, y crispar los nervios de unos y otros.

El "culebrón" del famoso 5% tendría su gracia si nuestros políticos dedicasen su tiempo a este tipo de literatura, tan fructífera, una vez concluidos sus deberes. Mientras tanto, hasta que no hayan solucionado los problemas de los ciudadanos, la principal lectura que debería centrar la atención de éstos debe ser la de sus programas electorales. ¿Se acuerdan de ellos?, páginas y páginas llenas de promesas cargadas de actuaciones, inversiones y muy buenas intenciones. Luego, cuando cumplan, si lo desean pueden acudir a comentar la obra de Elías Zafra a algún programa con Sánchez Dragó o con María Teresa Campos.