Que yo sepa, el concejal de Hacienda y de Aguas, Nicasio Monterde, no ha dado muestras hasta ahora de realizar propuestas irresponsables o innecesarias. Quizá hay quien le pueda reprochar que mira mucho el euro y que se resiste a las extravagancias.

Por eso y por los continuos y complicados problemas que han sufrido los vecinos de varias zonas de la ciudad (que pregunten en la calle Suárez Somontes, que estuvo más de un año abierta, o en Ramón y Cajal) no parece descabellada la iniciativa, tantas veces reiterada, de acometer inmediatamente un plan director de saneamiento en la ciudad, que acabe con la amenaza latente de nuevos socavones.

Tanto anunciar Monterde que está elaborando la propuesta de financiación que permita costear el plan, para que ahora el alcalde zanje la historia de un plumazo y diga que las obras no son tan urgentes porque, según él, "el sistema está funcionando". ¿Funcionando? Y sin discutirlo siquiera con su equipo de gobierno, ni esperar a que Nicasio le presente el plan, que ahora se quedará guardado en un cajón, junto a sus otros papeles, a la espera de que cualquier día salgan a flote las inmundicias del subsuelo.