Marisa Orts, propietaria del desguace situado a la entrada de la Dehesilla Calamón, defiende la necesidad de formar a profesionales especializados en despiezar automóviles, siendo éste un empleo con futuro, dado que los centros de reciclaje de vehículos se están considerando servicios de utilidad pública. Orts apunta que, como en cualquier trabajo, el tiempo invertido no es el mismo cuando se sabe desmontar un vehículo y aprovechar cada pieza para su reutilización. Por eso, esta empresaria reclama formación específica, que ahora mismo no existe, por parte de las administraciones responsables de la educación reglada.