La policía local halló la tarde del pasado día 3 un coche sin refrigerar que transportaba carne congelada para consumo humano destinada a un negocio de hostelería. Agentes de paisano observaron en San Roque cómo de un vehículo estacionado en doble fila sacaban del maletero lo que parecía ser carne, para introducirla en un local cercano.

Los agentes identificaron al propietario del turismo, que a su vez regentaba dicho establecimiento, y vieron que se trataba de tres rulos de carne congelada de unos 25 kilogramos cada uno, rompiéndose la cadena de frío, con riesgo de que el producto se pudiera devenir en mal estado, según la policía, con el consiguiente riesgo, pues era para consumo humano. Tras avisar al veterinario del 112, éste inspeccionó el local y la carne, que quedó inmovilizada «por transporte inadecuado», hasta que se pronuncien los servicios veterinarios sobre su trazabilidad.

Además, en el local se identificó a un ciudadano extranjero que trabajaba de camarero, a quien le consta una orden de expulsión del territorio nacional, por lo que fue trasladado a la Comisaría de la Policía Nacional, donde se instruyeron diligencias.