Un policía local encontró hacia las 20.30 horas de ayer el cadáver de un hombre de 42 años, el guarda de las pistas deportivas de la calle Stadium, a quien los vecinos echaban de menos desde el mediodía del 18 de mayo. El cuerpo del hombre, llamado P. J. P., estaba tendido en su cama y podría haber fallecido, según la policía, por causas naturales, aunque poco después se averiguó el día 16 fue atendido en las Urgencias del Infanta Cristina por una herida en la cabeza.

La voz de alarma la dio Jesús Infante, dueño del Bar Stadium: "Yo le eché de menos el viernes, porque viene todos los día a desayunar y ese día faltó, pero sé que después le vieron".

Al no verlo el sábado, añadió, "y comprobar que se había dejado la puerta de acceso a las pistas deportivas abiertas todo el fin de semana, ayer por la tarde decidí acercarme a la casa" donde vivía solo en el interior del recinto deportivo y "vi que estaban las luces encendidas". Así se lo dijo a un policía local que pasó por el lugar y éste fue a la vivienda, acompañado por un vecino, José Correa, y halló el cuerpo.

Correa contó que le levantaron una persiana y el agente vio que "estaba tendido en la cama, desfigurado y morado; salimos y él avisó a la Policía Nacional".

Poco después acudieron la Policía Judicial, el forense y dos miembros de la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo, que gestiona las pistas. Estos explicaron que "vivía aquí como un favor que nos pidió un vecino, porque se había separado y no tenía dónde ir; él a cambio mantenía un poco las pistas, pero no estaba contratado ni pagaba nada por la vivienda". La causa oficial de la muerte la debe determinar la autopsia.