Una Nochevieja fuera de lo normal la podemos encontrar en La semilla del diablo, cuando tus vecinos en vez de hacer algo corriente, se dedican a celebrar a Satán. Y luego quéjate de las consecuencias. Fuerte, pero por la miseria y el desamor, el cine mudo nos proporciona en La quimera del oro el famoso baile de los panecillos cuando Chaplin vive un fin de año singular. No sé si es singular la palabra adecuada, pero la fiesta de Nochevieja en Poseidón acaba como el rosario de la aurora, al contrario de Tú y yo, donde Cary Grant y Debora Kerr se citan en el Empire State mientras en el interior del barco que los conduce a Nueva York despiden el año con el tradicional Auld Lang Syne, conocido en España como el Vals de las velas, película homenajeada en Algo para recordar. Canción que oímos, asimismo, en el explosivo fin de año de Meryl Streep y Robert Redford de Memorias de África o en Escándalo, de Kurosawa, donde todos lloran, pero como vaticinio de las calamidades que les esperan en el nuevo año. Películas donde la Nochevieja es protagonista principal o secundaria, extraña o preocupante como Cazafantasmas 2, El fin de los días, Boogie Nights, Días extraños, El gran salto, Noche de fin de año (coral como Love Actually, pero en Nochevieja), la parte de Tarantino en Four Rooms, El diario de Bridget Jones, 200 cigarrillos, Buscando un beso a medianoche o el estupendo planteamiento de Mejor otro día (el ¡me quiero morir! de la resaca de año nuevo llevado al extremo). Para Nocheviejas más «especiales», la perturbadora de El crepúsculo de los dioses, la amarga de Forrest Gump con el teniente Dan en silla de ruedas, más romántica en el intercambio de viviendas en The Holiday y con más ritmo en los robos de La trampa o la excepcional La cuadrilla de los once y su asuntillo con los casinos en Las Vegas, con varios remakes recientes. No obstante, seguimos estremeciéndonos con el «Sé que fuiste tú, Fredo», de Michael Corleone a su hermano en una Nochevieja en La Habana de El Padrino II, emocionándonos con el final de El apartamento y quedándonos con la declaración de amor que Harry le hace a Sally, la famosa melodía de fondo, y no porque sea Nochevieja, sino «porque cuando te das cuenta de que quieres pasar el resto de tu vida con alguien, deseas que el resto de tu vida empiece lo antes posible».

*Periodista