Hay ciudad. Se ven perspectivas de que pronto Badajoz dará un nuevo salto adelante. Si miramos la evolución desde principios de siglo, han sido 15 años de grandes cambios. Hay veces que tiene que venir alguien de fuera para hacérnoslo ver. Es verdad que todas las ciudades han evolucionado, que en muchos otros sitios han sido 15 años de avances, aunque ahora la dura, prolongada y maldita crisis todo lo empaña y nos dificulta valorarlo. Hay muchos retos que se han quedado en el camino y por los que hay que seguir luchando, todos los sabemos y nos hierve la sangre, y ahí están para retomarlos. Pero lo conseguido ya nadie nos lo quita; avances en la recuperación del patrimonio y Casco Antiguo, especialmente la plaza Alta, la Alcazaba, edificios singulares, plataforma única, dotaciones comerciales, infraestructuras de ferias y congresos, hoteles, nuevos barrios, plazas, jardines y viales, márgenes del río Guadiana y una larga lista de actuaciones que juntas nos impresionan.

Pero el momento actual es también esperanzador y apasionante, que puede y debe hacerse realidad en un horizonte de un par de años; continuación de la rehabilitación de la Alcazaba, recinto amurallado y río Guadiana, el Campillo, el Hospital Provincial, plataforma única en avda. de Huelva y Juan Carlos I, parking de Conquistadores, Plataforma Logística, rehabilitación de edificios singulares, y un largo listado que se verá incrementado si se aprueban algunos de los proyectos presentados a los fondos europeos. Resalto dos hechos que deben cambiar el concepto de la ciudad; la Eurociudad y la puesta en funcionamiento del tren "rápido", como aperitivo del de alta velocidad Lisboa-Madrid que deberíamos movilizarnos para hacerlo realidad en el 2020.

Entiendo que esta descripción para algunos parezca un cuento de hadas, pero podría y debería estar en nuestras manos hacerlo realidad. No creo que sea el momento de la crispación, el enfrentamiento, el poner chinas en los engranajes, sino de la cooperación, el diálogo, del debate constructivo, la ilusión y el trabajo colaborativo. No podemos perder el tren de transportes, pero tampoco perder el tren de la historia, y ahora tenemos una oportunidad de poner en marcha una locomotora que nos permita dar un salto histórico. Siempre habrá algunos que quieran pararlo, pero los que quieran que la ciudad avance deben asumir también su responsabilidad con la historia y contribuir a que los cambios se hagan realidad. Hay ciudad.