El miércoles fue 14 de agosto. Se cumplían 77 años desde la Matanza de Badajoz. Fue en 1936 y la herida aún permanece abierta. Ayer, unas 200 personas, entre ellas familiares, participaron en el homenaje que cada año el PSOE y UGT organizan en el cementerio Viejo, junto al monumento a los Caídos, para recordar a las víctimas de la represión franquista.

La violonchelista Elena Domínguez abrió el acto tocando El Canto de los pájaros de Pau Casals, mientras se colocaban tres coronas de flores rojas con las frases Siempre en nuestra memoria y Siempre os recordaremos . El secretario general del PSOE en Badajoz, Celestino Vegas, manifestó que actos como el de ayer deben servir para evitar que hechos como los que se recordaban no vuelvan a suceder y recordó al socialista Paco Miranda ya fallecido. Tanto el senador Francisco Fuentes como el secretario general provincial, Rafael Lemus, defendieron que el olvido no es posible. Para Fuentes, "los bienpensados y salomónicos que creen que todos cometieron las mismas barbaridades lo tienen cada vez más difícil", mientras que Lemus pidió una investigación sobre la guerra civil y que la Iglesia condene la Dictadura. Después colocaron ramos de flores en las tumbas de los alcaldes Eladio López Alegría y Sinforiano Madroñero, el diputado Pedro Rubio y el militante Manolo García.

Al homenaje se sumaron jóvenes representantes de dos siglas nuevas: el Bloque Antifascista, Antirracista y Multirracial y la Coordinadora Antifascista Extremadura, que al finalizar el acto de los socialistas, pronunciaron su propio discurso, a cargo de Juan Francisco Reina, en el que no faltaron sus críticas al PSOE por haber sido el responsable del derribo de la antigua plaza de toros.

En la puerta del camposanto se apostaba un número inusual de policías locales. Este año no ha habido pintadas en la tapia.