El empeño de la Hermandad de Donantes de Sangre de Badajoz para intentar corregir el desequilibrio de las extracciones entre la zona urbana y la rural, no consigue dar sus frutos, pero no deja de búscar mecanismos para atraer a nuevos donantes en la ciudad. Ahora la hermandad está trabajando en encontrar lugares, a ser posible en todas las barriadas de la ciudad, donde programar extracciones periódicas, como se están haciendo en la sede de Cruz Roja, donde el Banco de Sangre va los primeros lunes de cada mes o los centros de salud de San Roque y San Fernando, donde acuden cada cuatro meses.

"En Badajoz hay suficiente población para ir cada mes, pero hay que buscar el lugar", señala el presidente de la hermandad, Martín González Carvajal. En los centros de salud podrían hacerlo, pero es difícil por los horarios de las consultas, por lo que se plantean la posibilidad de utilizar espacios de los colegios o asociaciones de vecinos. Si no es en cada barrio, sí quieren hacerlo al menos en varios sitios "estratégicos" donde sea fácil desplazarse. En función de los domicilios del listado de donantes, se buscarán lugares de referencia donde periódicamente se sacará sangre.

Otra de sus ideas es entrar en las clases de los centros universitarios para convencer a los estudiantes con el "boca a boca". Martín González ya tiene la autorización del decano de Medicina para hablar con los delegados de los alumnos para poder entrar en las clases "y retorcerles un poco el corazón".

González Carvajal se lamenta de que la tónica sigue siendo la misma, con un desequilibrio "total y absoluto" entre los pueblos y la ciudad, a pesar de "los grandes esfuerzos" de la hermandad y el Banco de Sangre de Extremadura para incorporar a la población pacense. El año pasado se hicieron unas 17.000 donaciones en todo el área de influencia de la hermandad (abarca 60 pueblos además de Badajoz), de las que el 84% de las extracciones se hicieron en los pueblos y el resto (16%) en Badajoz ciudad, a pesar de que la zona rural suma la misma población que la ciudad.

DESCENSO El número de donaciones es algo menor que el año anterior, pero no porque los donantes no hayan estado dispuestos sino porque el Banco de Sangre está incorporando nuevos donantes en la comunidad y se repiten menos las colectas en Badajoz. Si otros años se hacían 200 colectas, en el 2007 se hicieron 175. Eso significa que se ha reducido el número de bolsas de sangre extraídas, "no así la generosidad de los donantes", según Martín Carvajal.

La hermandad de Badajoz tiene entre 18.000 y 20.000 socios activos (que han donado al menos una vez en los últimos tres años). No activos (que donan temporalmente) hay más de 50.000. De la ciudad no son más de 2.000 y el resto de los pueblos.

Martín González apunta el problema de que el medio rural está envejeciendo "a pasos agigantados" y el día que deje de aportar toda la sangre que ahora entrega, habrá que tomar alguna determinación. Ya en grandes ciudades como Madrid se hace la extracción dirigida, que significa que los enfermos que van a operarse tienen que aportar la sangre que necesitan.

El problema no es solo de Badajoz sino que ocurre en todas las ciudades. Martín González recuerda que él estuvo 45 años en Madrid y trabajó en La Paz como sanitario. Iban a hacer colectas por los pueblos de Madrid. En uno pequeño podía sacar 60 bolsas y cuando ponían el autobús en la puerta del Sol, por donde pasan 500.000 personas todos los días, sacaban 10. "La gente en las ciudades va cada uno a lo suyo, no se entera por mucha publicidad o información que se transmita de esa necesidad y además como siempre lo han tenido todo, se creen que la sangre también la tienen", señala el presidente de la hermandad de donantes, para quien no es un problema de falta de solidaridad.[subtitulo2.150]

La zona rural sigue aportando el 84% de las bolsas que se obtienen anualmente, frente al 16% que sale del área urbana