Con un día nublado y poco caluroso, la romería de San Isidro, patrón del campo, se celebró ayer en el parque de Tres Arroyos, en las inmediaciones de las ermita, con la asistencia de alrededor de 7.000 personas, según el presidente de la hermandad, Rafael Crespo. Este gestiona varios proyectos futuros, después de que el año pasado --50 aniversario-- se arreglase por completo la ermita y se acometiese la llevada del agua por la Confederación del Guadiana y de la luz por el ayuntamiento.

Crespo ha propuesto al ayuntamiento construir en Tres Arroyos, por ser una paraje natural excepcional, un edificio dedicado a ser un albergue y un centro temático como un aula de la naturaleza, donde se pueden quedar grupos de jóvenes, estudiantes o visitantes de la ciudad, y donde poder ofrecer una actividad a los visitantes. A más corto plazo, la hermandad ha pedido que se construyan unos servicios públicos fuera del recinto de la ermita y accesible a todos los visitantes del parque, como el que hay en Bótoa.

La hermandad cuenta con 80 socios en la actualidad, "por lo que con las cuotas no tenemos para nada; gracias a que el ayuntamiento nos da una subvención para la romería", afirmó Rafael Crespo antes de iniciar el recorrido de la procesión de San Isidro por los alrededores de la ermita a hombros de los hermanos.

DIPLOMAS Y OBSEQUIOS El programa de actos comenzó con una misa fuera de la ermita, "porque es muy pequeña", la procesión, precedida por caballistas y seguida por la Agrupación de Coros y Danzas de Badajoz, que interpretó canciones del folclore regional. También se entregaron diploma a los niños y a las niñas que acudieron ataviados con traje regional y obsequios a los participantes en los concurso infantiles.