La concejala de Urbanismo del Ayuntamiento de Badajoz, Cristina Herrera, criticó ayer el procedimiento que ha llevado la Junta de Extremadura con el realojo de familias portuguesas que vivían en chabolas bajo el puente de la Universidad. Las últimas han sido trasladadas a viviendas prefabricadas en las Cuestas de Orinaza.

Herrera señaló que ella ya ha venido alertando de la "problemática" que se genera cuando a una familia "alegalmente" se la da una vivienda y "al momento" vienen más familiares de Portugal para instalarse en las chabolas que han sido abandonadas.

El ayuntamiento tiene previsto proceder cuanto antes --seguramente esta misma semana-- al derribo de las chabolas que ya tiene en propiedad en este lugar, según adelantó el domingo EL PERIODICO y ayer confirmó la propia concejala. Respecto a la situación en que quedan las familias portuguesas que viven ahora allí, Cristina Herrera fue tajante al decir que lo que tienen que hacer es "volver al lugar de donde han venido", pues apuntó que si a todos los que vienen se les da viviendas sociales, no pararán de venir y además hay que respetar la lista de espera de solicitantes de este tipo de viviendas, que en Badajoz ronda los 2.000.

"Es una injusticia --alegó Cristina Herrera-- que ahora demos casa a estas familias y el resto que está esperando se quede como está". De seguir así, "toda la ciudad de Badajoz va a pasar por este lugar" para conseguir una casa, según la concejala.