Las Hijas de la Caridad, que gestionan el comedor social Virgen de la Acogida de la calle Martín Cansado, abrirán el próximo 4 de diciembre un albergue temporal para personas sin hogar. El proyecto Ola de frío, como así lo han bautizado, se pondrá en marcha con la colaboración de Cáritas Diocesana, que cederá el antiguo edificio de Proyecto Vida, en la calle Bravo Murillo, para que los usuarios se puedan alojar. Este recurso se ofrecerá durante todo el invierno.

Estas instalaciones ya fueron utilizadas durante la ola de frío registrada el pasado mes de enero como albergue provisional para dar cobijo a personas que viven en la calle. Entonces fue el Instituto Municipal de Servicios Sociales (IMSS) del Ayuntamiento de Badajoz, junto con Cáritas y Cruz Roja, los que lo gestionaron. Pero las Hijas de la Caridad han querido dar un paso más en la atención a este colectivo y, además de prolongar el servicio de alojamiento durante los meses con temperaturas bajas, proporcionarán a los usuarios desayuno, comida, cena, ducha, lavandería y consigna para sus pertenencias en su inmueble de Martín Cansado.

«Hemos visto que hacían falta más recursos y más iniciativas para esta población, que está muy abandonada», lamentó Sor Ana Martínez, responsable desde hace tres meses de la comunidad y el comedor social de las Hijas de la Caridad en Badajoz. Este recurso se le ha ofrecido a 105 usuarios de su comedor y del de San Vicente de Paúl, en la calle San Pedro de Alcántara. Una veintena de personas han mostrado su deseo dormir en el albergue y ser usuarios del resto de servicios que se ofrecen, mientras que otras 30 solo se beneficiarán de estos últimos, pero no acudirán al alojamiento. «A lo mejor no responden el 100%, pero hace falta «engancharlos, para que sientan la casa como la suya», apuntó la religiosa.

El año pasado el albergue funcionó durante siete días y lo utilizaron 15 personas, la mayoría de Badajoz, pero también otros que se encontraban de paso. Ya entonces tanto Cáritas como Cruz Roja plantearon la necesidad de que funcionase todo el invierno. Las Hijas de la Caridad contratarán a una persona para que esté a diario en el albergue y habrá voluntarios —Sor Ana será uno de ellos—. La comunidad está abierta a que, como en enero, colabore Cruz Roja. También se han tenido que reajustar los horarios de quienes se ocupan de la cocina y comedor para cubrir los nuevos servicios de desayuno y cena, que se ofrecerán de manera permanente a partir de ahora.

Para sustentar este nuevo proyecto, las Hijas de la Caridad confían en la «generosidad» de las administraciones y las aportaciones solidarias de los pacenses. De momento, ya han recibido una subvención de 3.000 euros de la Fundación la Caixa, con la que se han adquirido hamacas y sacos de dormir para los usuarios del albergue, pues las camas y colchones que hay en las instalaciones no están en buenas condiciones. El director de Inclusión Social de Cáritas, Pedro Herrera, también tiene previsto solicitar una reunión con el IMSS para ver si puede colaborar.

PENSIÓN SOCIAL / Este no es el único proyecto que tienen en mente las Hijas de la Caridad para atender a las personas sin hogar. Otra de sus ideas es habilitar una pensión social en su casa de Martín Cansado, aunque Sor Ana Martínez reconoce que eso requiere una obra importante y, por tanto, «tener dinero».

Las hermanas ya tienen la licencia de obra para ampliar sus espacios y poner en marcha el economato donde se repartirán los alimentos a las familias, que los recogerán por semanas y cada mes como ahora.