Un revés judicial en el caso de la indemnización de su hijo provocó ayer que José Luis Sánchez intentara quemarse a lo bonzo a las puertas de los juzgados. El hombre, vecino de Valdelacalzada, lleva casi dos meses apostado junto a la Audiencia Provincial para reclamar que se haga efectiva la sentencia que obliga a indemnizar a su hijo con 196.000 euros por el accidente de tráfico que sufrió en el 2006 tras chocar con dos caballos en la carretera y que le dejó una discapacidad del 51%. El dueño de los animales se declaró insolvente.

Tras saber que su reclamación no se verá por la vía penal, como era su pretensión, sino por la civil, la reacción de José Luis Sánchez fue rociarse el cuerpo con gasolina y disponerse a encender una cerilla mientras repetía una y otra vez "diez días, diez días", el tiempo que, según él mantiene, tardó el dueño de los caballos en poner su patrimonio a nombre de otras personas para justificar su insolvencia.

La intervención del abogado Miguel Angel Bernabé, que se encontraba en la puerta de juzgado en ese momento, evitó que se prendiera fuego. Se abalanzó sobre él y logró arrebatarle las cerillas. Antes, José Luis Sánchez había avisado de sus intenciones a una periodista, que de inmediato alertó a la policía local de lo que iba a suceder.

Cuando las patrullas llegaron a los juzgados, el abogado, a quien ayudaron después otras personas, había logrado reducir al hombre. Según los testimonios recogidos, Bernabé tuvo que forcejar con él para impedir que llevase a cabo sus intenciones. "No tenías que haber evitado esto", le dijo el hombre. El abogado huyó ayer de cualquier protagonismo y declinó realizar declaraciones sobre lo sucedido.

Ante el estado de "shock y las convulsiones" que sufría el hombre, los agentes de la policía local decidieron --tras quitarle la ropa empapada de gasolina y protegerle del frío con un abrigo-- trasladarlo directamente en el coche patrulla al hospital Infanta Cristina y no esperar a la ambulancia. El hombre recibió el alta poco después.

El intendente de la Policía Local, Antonio Nogales, explicó que el hombre se había provisto de unos 3 litros de gasolina, de los que llegó a utilizar la mitad para empaparse, y una caja de cerillas. A su juicio, todo apuntaba a que estaba decidido a prenderse fuego, lo que evitó la intervención del abogado, a quien felicitó públicamente.