Miembros de los cuerpos de policía y bomberos, acompañados por un psicólogo, convencieron a un hombre de mediana edad, llamado Juan, de nacionalidad rumana, para que bajase de la torre de telefonía que se encuentra junto a los depósitos de agua de las Vaguadas, a la que se había subido provocando la alarma entre los vecinos y transeúntes de la zona.

Juan subió hacia a la torre a las seis de la tarde y, tras las gestiones de equipos de Cruz Roja, bomberos y policías, accedió a explicar que se hallaba en situación de paro y que tenía deudas. Mientras, se avisó a una grúa, pues la escala de los bomberos no llegaba a esa altura, y un agente y un bombero subieron en una cesta para conversar con Juan, quien a las 21.25 horas decidió bajar por su propio pie.