El hombre de 34 años hallado sin vida en la mañana del pasado martes en el portal del número 17 de la calle San Juan, en pleno casco antiguo de Badajoz, murió como consecuencia de una "parada cardiovascular", según el informe de la autopsia practicada por el forense.

El finado era un indigente conocido en la calle con el apodo de "el pingüino" y falleció a las ocho de la mañana, una hora antes de que un vecino del inmueble encontrase el cuerpo de este hombre, vecino de Badajoz.

El cadáver no presentaba ningún signo de violencia y aunque los indicios apuntaban a que la muerte podría haberle sobrevenido a causa de una sobredosis, ya que el fallecido frecuentaba los círculos habituales de la droga y era conocida su adicción, el forense no menciona en su informe la relación de las drogas con la muerte.