Un hombre sufrió quemaduras de segundo grado en la cara, en los brazos y en las piernas como consecuencia de un incendio que se produjo en una vivienda del segundo piso, en el número 10 de la calle Arco Agüero, en el Casco Antiguo de Badajoz. Ocurrió a las 21.25 horas de ayer y que los bomberos sofocaron las llamas hacia las 22.15 horas, después de que desalojaran en el edificio con ayuda de la policía.

El hombre que resultó herido, D. G. G., de 41 años, logró, junto con su esposa, E. D. G., de 40, que salió ilesa, sacar a tiempo a sus dos hijos pequeños, un niño y una niña de 8 y 10 años, de la vivienda y bajarlos a la calle para que se quedaran en la casa de un vecino; los niños también resultaron ilesos. Pero volvió e intentó sofocar las llamas, lo que le provocó las quemaduras de las que fue atendido en un primer momento en la calle por un equipo sanitario del Servicio 112, que posteriormente lo trasladó al Hospital Infanta Cristina para su tratamiento.

Los vecinos escucharon "una explosión y luego gritos y llantos de niños; después salió el hombre y la mujer con los niños en brazos y los dejaron en casa del vecino de enfrente", según el testimonio de una joven. En ese momento pasaba "por aquí, casualmente, la policía local y entró; los agentes intentaron sofocar el fuego con extintores, pero tuvieron que volverse por culpa del humo", manifestó otro vecino de la calle, que salió al escuchar la explosión y los gritos.

"Enseguida llegaron los bomberos y las ambulancias y la policía; se ha desplegado un dispositivo enorme en un momento", afirmó este mismo ciudadano. Los agentes de la policía local desalojaron el edificio y los bomberos lograron sofocar el fuego, que devoró todo lo que había en el salón, y procedieron a airear las escaleras.

La causa del incendio fue un brasero eléctrico y la explosión, según testimonio de agentes y bomberos, "no fue de una bombona, sino de un cristal de grandes dimensiones que había sobre la mesa". La Brigada Científica estudiará hoy el origen.