Pues a mí que se vuelva a habitar el edificio del antiguo Gobierno Militar me parece muy bien. No era de recibo que un inmueble de esas características permaneciera, vigilado pero inútil, sin ayudar, con su uso, a la recuperación general del entorno. Y no sólo por su arquitectura. Fue sede, durante algo menos de un siglo y medio, de una de las administraciones, la castrense, que más han pesado en la evolución de esta plaza. Lo militar y los militares han sido durante siglos parte consubstancial de Badajoz. Unas veces para su suerte y, otras, para su desgracia.

Además, el sitio también posee su pequeña historia. Allí se alojó el rey Alfonso XIII cuando visitó Badajoz a comienzos de su reinado. Al parecer no se le encontró mejor acomodo y se le habilitó el palacete en cuestión. Tengo para mí que algunos de sus muebles --no sé si aún siguen dentro-- se fabricaron para la ocasión. Vamos, que lo de la falta de plazas hoteleras no es de hoy.

Quiero suponer que las obras realizadas allí lo han sido con el debido control de la Consejería de Cultura, porque la administración militar está, como todas, sujeta a la legislación de Patrimonio y no puede hacer de su capa un sayo. No fue precisamente un cumplido con la ciudad llevarse parte o todo el mobiliario. Defensa, como ministerio propietario, estaba en su derecho, pero-

Ahora vamos a celebrar el Día de las Fuerzas Armadas. Bien está. Debiera matizarse el enfoque publicitario. De modo general, los actos de ese tipo son muy positivos. Hacen visibles los servicios que los cuerpos de la Administración rinden a la sociedad. Y el ejército es prácticamente el único ramo que puede permitirse ese lujo patente. Lúzcalo.

Pero, que se sepa, Badajoz homenajea al ejército, pero el ejército le debe un homenaje a Badajoz. Esta ciudad ha sufrido estoicamente, como pocas, la política, o su falta, militar de España y ha pasado calamidades a causa de las guerras con unos y otros. Su desarrollo se frenó durante siglos por su condición de plaza fuerte. Y no siempre sus intereses coincidían con los representados por la milicia. Nadie se quejó. Se soportó por obligación o patriotismo. Sin ganancia. ¿No se merece Badajoz un reconocimiento por su apoyo leal y secular al ejército, que es el Estado?