Esta semana se han celebrado dos merecidos homenajes en vida a dos personas relevantes de Extremadura que nos permiten desmentir esa etiqueta cainita con la que tantas veces hemos justificado lo difícil que es desarrollar un trabajo serio en nuestra tierra. El lunes, la Económica homenajeaba a María Dolores Gómez-Tejedor y el martes, la Fundación CB a José Antonio Marcos. En ambos casos ni coincidía con su jubilación ni con la tradicional hora de las alabanzas. Simplemente recordamos y agradecemos sus trayectorias y sus obras.

María Dolores Gómez-Tejedor ha sido durante décadas la archivera municipal. A muchos les ha facilitado sus trabajos de investigación con gran generosidad, no siempre reconocida. Mucho ha escrito sobre Badajoz y nos ha desvelado de su pasado. A su excelente trabajo profesional se une su delicado trato, educación y elegancia. Buena tertuliana y de fina ironía. Siendo un niño me entusiasmé con la historia de mi ciudad leyendo su libro sobre la Catedral de Badajoz. La ciudad está en deuda con ella por su labor desarrollada muchos años en ese espacio lúgubre donde estuvo el archivo, y haber concluido su trayectoria profesional dejándonos las nuevas instalaciones de la Plaza de España donde continuará su labor en las próximas décadas. Quisimos agradecérselo el lunes delante de sus hijos. Gracias, María Dolores.

José Antonio Marcos ha sido durante casi 25 años Director General de Caja Badajoz. Transformó una caja de ahorros provincial en una ibérica de referencia nacional por su gestión, su solvencia y su obra social. No es normal reconocer la labor de un profesional de gestión con fama de duro y hasta de antipático. Todos coincidieron en que junto a esa firmeza y responsabilidad convivía en él una entrañable sensibilidad y humanidad. Su rigor en la gestión hizo posible una extensa obra social, que hoy todos reconocemos y echamos de menos. Muchos quisimos plasmar con nuestra presencia el agradecimiento personal, pero también social, y mostrarlo delante de sus hijos. Su obra está patente en muchos lugares de Extremadura, pero de manera muy simbólica en el edificio Badajoz Siglo XXI, que quedará para la historia de Extremadura. Gracias José Antonio.