El Centro de Ocio Contemporáneo (COC) de San Roque tiene las horas contadas. Eso es lo que afirma su hasta ahora gestor, Ricardo Utrera, quien explica que se ve abocado a echar el cierre ante «la negativa» del Ayuntamiento de Badajoz a renovar el contrato de alquiler de las instalaciones durante cuatro años, tiempo mínimo que el empresario considera necesario para garantizar la viabiliadad de su proyecto.

Según Utrera, desde abril del 2017 está tratando de resolver su relación contractual con el consistorio pacense. Fue en esa fecha cuando pidió que se renovara el alquiler por cuatro años, como se había hecho desde su apertura en el 2006, pero la respuesta que obtuvo de la Concejalía de Cultura fue que la intención era sacarlo a licitación, por lo que se le cambió a una periodicidad mensual el régimen de arrendamiento. «Un contrato mes a mes no da seguridad a una empresa con nueve trabajadores y miles de espectadores al año. Somos una industria cultural y nos movemos con planes bianuales», explica Utrera, que, según cuenta, ha tratado durante este tiempo de llegar a un acuerdo con el ayuntamiento sin resultado hasta la fecha. El 31 de diciembre expiró el último contrato y, aunque como ya publicó este diario, ambas partes -el empresario y la Concejalía de Cultura- mostraron su voluntad de llegar a un entendimiento, ante el «silencio» del ayuntamiento, Utrera entiende que esa «voluntad no es tal».

El empresario no ha previsto programación para este año y está anulando proyectos europeos que compartía con otros espacios culturales de España. El COC también era sede hasta ahora de escuelas de tango, teatro y magia. «No podemos continuar trabajando con esta incertidumbre, mes a mes, porque estamos expuestos a que el ayuntamiento diga un día que no le apetece que sigamos», expone Utrera, que recuerda que esta situación ya ha hecho que no pueda optar al concurso de la Filmoteca de Extremadura, cuyas proyecciones acoge el COC desde que se inauguró.

Utrera se queja de que en más de un año y medio no se haya hecho «nada» para resolver este problema, ni siquiera sacar a licitación las instalaciones, como el ayuntamiento le comunicó que pretendía hacer. Considera que el consistorio puede haber incurrido en un error a la hora de cambiar su contrato y estudiará las medidas legales que puede adoptar para defender sus intereses.

DECISIÓN «PRIVADA» / Por su parte, la concejala de Cultura, Paloma Morcillo, lamentó que el empresario haya anunciado el cierre del COC, lo que considera una decisión «privada». Según explica, el ayuntamiento ofreció a Utrera que siguiera explotando estas instalaciones por un periodo de un año, mientras se prepara el pliego de condiciones para sacar a concurso la explotación de este local de la avenida Ricardo Carapeto, pero que la oferta fue rechazada por el empresario aduciendo que no puede trabajar con esos plazos.

Según Paloma Morcillo, tanto los informes de la asesoría jurídica del ayuntamiento como los emitidos por la secretaría municipal han constatado que la petición del empresario de que se le renovase el contrato de forma directa por otros cuatro años no es viable, pues «no se ajusta a la ley».

La concejala de Cultura insistió en que el ayuntamiento «lamenta mucho» que el hasta ahora responsable del COC haya tomado la decisión de cerrar este espacio, cuyos servicios utiliza su departamento para el Cineclub. «La relaciones culturales son buenas y estrechas, pero no podemos incumplir la ley», subrayó.

Paloma Morcillo aseguró que, aunque el COC se cierre durante el tiempo que se elabora el pliego de condiciones y se saca a concurso público la explotación de este local -aún se está estudiando la fórmula bajo la que se gestionará-, solo será un cese temporal de la actividad, pues se volverá a reabrir como espacio cultural para la ciudad.