Prácticamente la totalidad de las mujeres que acuden a dar a luz al hospital Materno Infantil de Badajoz se pone la epidural, salvo aquellas que llegan con la dilatación prácticamente completa o las pacientes que sufren algún problema por el que esta técnica esté contraindicada, como las que padecen trastornos de coagulación.

En concreto, el 90% de las parturientas opta por evitar sufrimientos a la hora de traer un hijo al mundo, según los datos ofrecidos por el director del centro, Francisco García Malpartida, los anestesiólogos Eduardo Delgado y Julio Fernández y Julio Alvarez, ginecólogo y jefe del servicio de Obstetricia.

La anestesia epidural en partos se empezó a aplicar de manera generalizada en el Materno el 5 de noviembre del 2001, justo hace un año, para lo cual fue necesario ampliar la plantilla de guardias de anestesiólogos, de tal forma que en lugar de uno hay dos de guardia. Antes de esa fecha, esta técnica sólo se ponía al 12 o el 15% de las mujeres. También han sido necesarias algunas reformas en el centro. Antes las punciones se hacían en quirófano, pero se acometieron reformas estructurales para favorecer la intimidad, de tal manera que ahora hay 5 salas de dilatación individuales, si no coinciden más de cinco parturientas.

Todavía hay mujeres que rechazan la técnica "la mayoría de las veces por desconocimiento y miedo, vienen con prejuicios que carecen de base científica", comenta Julio Fernández. Generalmente son madres que ya han dado a luz más veces y la experiencia anterior ha ido bien. Todos afirman que los riesgos de esta técnica son mínimos "y fácilmente solucionables". Se pueden producir cefaleas, hipotensión o trastornos hemodinámicos, pero ocurre en un porcentaje mínimo, que no llega al 8 por cada 1.000 casos. "Cuando ocurre, se aplica la medida terapéutica que proceda y sin ningún problema". De hecho, en lo que va de año no ha habido ninguna complicación.

Todos coinciden en que "sin duda" falta información. Las mujeres llegan al centro sanitario con muy poco tiempo y cuando ingresan lo hacen para parir. Los especialistas defienden que la información debería facilitarse durante el periodo de control del embarazo. Ahora sólo se hace si la futura madre lo solicita, pero no está protocolarizado. Además, es el tocólogo el que está informando de los beneficios de la técnica, pero no de los riesgos, cuestión que compete a los anestesistas. "No es falta de información, sino de divulgación sanitaria", señalan.

OFERTA

La anestesia epidural se ofrece a todas las parturientas que ingresan en el Materno para dar a luz. Las pacientes deben firmar un documento de consentimiento informado, poco antes del parto.

Anestesistas y ginecólogos no tienen dudas sobre las ventajas de esta técnica. Piensan que no aplicar la epidural en un parto es como pensar en sacarse una muela sin anestesia. "Nos sólo porque quitas el dolor a la madre, sino porque beneficias al niño, pues reduces el sufrimiento fetal", apunta Julio Fernández. La ansiedad de la madre disminuye y en el periodo de dilatación el feto se puede oxigenar mejor.

Una de las consecuencias de la aplicación de la epidural es que se acorta el periodo de dilatación, pero se alarga el expulsivo, con lo cual el tiempo de duración del parto es el mismo y aumentan los partos instrumentales, con fórceps o ventosas. Como la madre está más relajada, se puede esperar más en el periodo expulsivo y se reduce también el número de cesáreas. Así el número de partos con ventosas ha pasado del 13,98% en el 2000 al 19,53 en el 2002, comparando el primer semestre. La tasa de cesáreas ha bajado un punto.

Curiosamente, al empezar a aplicar la epidural se pensó que se incrementaría el número de partos en el centro, de parturientas procedentes de otras áreas sanitarias, donde esta técnica no se utiliza. Sin embargo, las cifras no lo demuestran, porque la cantidad de partos se mantiene, incluso se reduce, por la tendencia poblacional. Hubo 1.317 partos en el 2000, 1.302 en el 2001 y 1.290 en el 2002. La media diaria en el materno es de 7,16 partos.