La Confederación Empresarial de Turismo de Extremadura (Cetex), con la Asociación de Empresarios del Casco Antiguo de Badajoz (Aecab) y la Asociación de Hostelería de Valdepasillas, han emitido un comunicado conjunto para denunciar «que existe un acoso sistemático desde el Ayuntamiento de Badajoz a los empresarios de hostelería intentando fiscalizar el uso de veladores».

Estas asociaciones defienden que desde la Policía Local de Badajoz se les está «atacando» cuando tienen veladores instalados de forma legal y con sus autorizaciones al día. Aseguran que se sanciona a empresarios con «argumentaciones tan disparatadas como un cambio de estética puntual con elementos homologados». También se quejan de que se realizan inspecciones «en horas punta», de forma que «muchas veces» los agentes distraen al encargado de su labor de atención al público «o simplemente creando un malestar entre los clientes». Cuentan además que estas actuaciones de la policía llegan a realizarse «incomprensiblemente» dos veces y hasta tres el mismo fin de semana «al mismo establecimiento». Por todo ello, piden «más sensatez» en la aplicación de las ordenanzas.

El gerente de Cetex, Antonio Martín, manifiesta que no existen zonas más afectadas que otras, sino que la policía local «está machacando a todos», exigiendo el cumplimiento de requisitos que, asegura, no vienen en la ordenanza, como que no se puedan unir varias mesas para atender a un grupo de clientes. Un empresario que tiene un bar en la plaza de España confirmó a este diario que esta situación se ha vivido en su negocio, aunque se negó a separar las mesas. La ordenanza municipal menciona que los módulos están formados por mesas con sillas o sillones y este hostelero entiende que hay que aplicar «el sentido común». «Nuestro trabajo consiste en prestar el mejor servicio al ciudadano», recalca.

A un negocio del entorno le ha llegado una multa de 1.500 euros por celebrar un cocktail con 18 personas en torno a dos mesas que respetaban el esquema de los veladores para los que tiene autorización, según el testimonio del afectado. Cuenta que hace unos meses, a finales del año pasado, la policía se acercaba a su local prácticamente todos los días a contar los veladores y a pedirle documentación. Por ello, este empresario envidia las facilidades que ve en otras ciudades, donde se apoya más la iniciativa de la hostelería, sin tantas cortapisas. Otro trabajador de un bar de la plaza Alta también confirmó que la policía se pasa por allí «casi a diario a contar veladores, parecemos delincuentes, no nos dejan trabajar tranquilos». Ya tienen «algunas» sanciones en su haber. Aunque cuenta que las inspecciones se vienen realizando desde hace unos años atrás, «este verano está peor». En su opinión, esta presión se debe a las quejas de asociaciones contra el ruido.

Antonio Martín lamentó también que los agentes se presentan minutos antes de la hora de cierre de las terrazas, cuando todavía hay público que no ha terminado sus consumiciones. El gerente del Cetex criticó que con estas actuaciones se daña la actividad hostelera y ya se está contratando menos personal.

Sin embargo, el ayuntamiento negó ayer que haya una campaña de inspección de veladores, sino que los controles policiales son los normales de las patrullas y también se actúa en respuesta a denuncias vecinales por ocupación del espacio público o por exceso de ruido. Adujo que cuando hay sanciones es porque existen infracciones por incumplir la ordenanza municipal.