El artesonado del salón principal del Círculo Pacense corre peligro. De estilo neomudéjar, con policromía en verde, rojo y oro y madera de pino, imitando al del Centro Obrero de Bruselas que desapareció en la Segunda Guerra Mundial, en él son cada vez más visibles los desperfectos causados por las filtraciones de agua. Hasta ahora, esta techumbre había sobrevivido en buen estado de conservación a todas las vicisitudes sufridas por el inmueble.

"Su deterioro es inminente y es urgente sustituir las cubiertas de uralita", advierte Oscar Alonso, presidente del Círculo Pacense. Los periodos de intensas lluvias de los últimos años han hecho mella en este edificio, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), y el artesonado del salón ha sido uno de los elementos más perjudicados por el agua que se filtra por el tejado, con piezas podridas por la humedad y daños en la policromía. Además de los daños en el artesonado, hay humedad en las paredes del salón, que se inundó la última vez que llovió y 11 socios tuvieron que achicar el agua durante más de tres horas.

"Esta situación ha precipitado que pidamos un SOS a las administraciones", señaló Alonso. La directiva del Círculo Pacense ha solicitado una reunión con la directora general de Patrimonio, Pilar Merino, quien se comprometió a visitar el inmueble y conocer sus problemas. De momento, están a la espera de que ese encuentro se produzca, pero temen que si no se interviene con premura el deterioro del edificio se acelere.

Los ingresos del Círculo Pacense se limitan a las cuotas de sus 120 socios (8 euros al mes) por eso es "inviable" afrontar una inversión de este tipo sin el apoyo económico de la Administración, ya que esos fondos apenas llegan para los gastos corrientes y pequeñas reparaciones. En este sentido, consciente de la actual situación económica y de las dificultades para obtener subvenciones, Alonso planteó la idoneidad de que desde Patrimonio se abriese una línea de créditos a intereses favorables para que las sociedades sin ánimo de lucro como este "puedan mantener con la dignidad que se merecen sus bienes patrimoniales".

Aunque el edificio, donado al antiguo centro obrero por el conde de la Torre del Fresno en 1910, necesita otras muchas reformas, Alonso insistió en que acabar con las humedades es lo más prioritario y urgente. "Tenemos un invierno por delante, hay que proteger un artesonado y para eso no es necesaria una obra de envergadura, ni sería muy costosa", defendió.

El Círculo Pacense se reabrió a finales del 2008 después de décadas de decadencia. Un grupo de socios logró hace 15 años salvar el edificio de la ruina y levantar la orden de desalojo que pesaba sobre él. El gobierno regional, la Diputación de Badajoz, la Caja de Badajoz y las aportaciones de los propios socios financiaron la rehabilitación que posibilitó su reapertura, aunque solo fue posible acondicionar la planta baja.

Esta primera planta y un ala de la segunda --donde está la biblioteca-- son las únicas con condiciones de habitabilidad. El resto se encuentra "impracticable" y la tercera precintada porque se encuentra en pésimas condiciones. Además de los problemas de espacio para acoger los múltiples talleres y actividades que se desarrollan ahora en el Círculo Pacense, el edificio no cuenta con las instalaciones adecuadas para ofertar una programación cultural que genere ingresos y permita que la sociedad sea autosuficiente. De hecho, se ha tenido que renunciar a alquilar el bar por las molestias que generaba a los vecinos.