El presidente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, no ha tardado en responder al ultimátum que le lanzó el lunes pasado el alcalde de Badajoz, Miguel Celdrán, quien le concedió un mes de plazo para que el jefe del Ejecutivo respondiese si estaba dispuesto a que las tres administraciones se sentasen a hablar para rematar los flecos pendientes de la riada.

Ibarra contestó el miércoles a Celdrán a través de una carta en la que reitera que "la Junta de Extremadura ha cumplido al 100% los compromisos adquiridos" y añade que "resulta cómico oírle a usted (a Celdrán) descalificar la operación llevada adelante, máximo cuando son múltiples sus manifestaciones en sentido positivo".

Al mismo tiempo, Rodríguez Ibarra le dice a Celdrán que "lamentablemente" perdió "una magnífica oportunidad" de que los responsables de las tres administraciones hablasen del asunto durante la visita que el presidente del Gobierno, José María Aznar, giró la semana pasada a Badajoz, y en la que también estuvieron el ministro de Fomento y el de Medio Ambiente. "Debo confesarle --manifiesta Ibarra en su carta-- que debido a la valentía política de la que hace gala (eso sí, siempre en los medios de comunicación) esperaba que en algún momento usted iba a propiciar un pequeño encuentro", que finalmente no se produjo.