Habrá que empezar a creer que existe cierta animadversión de la Junta de Extremadura hacia Badajoz, como consecuencia del mal rollo entre el PSOE regional y el equipo de gobierno local, del PP, que se traduce en dificultades para la ciudad. Hasta el propio portavoz municipal socialista, Ricardo Cabezas, reconoce que para el PSOE regional existen otras "prioridades", entre las que no está la capital pacense, cuyas consecuencias sufren los socialistas de Badajoz, que no han sido capaces de remontar 21 años de repetidas victorias populares. Al alcalde Francisco Javier Fragoso, se lo están poniendo en bandeja desde el punto de vista electoral, pues su obligación es defender lo que considera beneficioso para la ciudad y denunciar injusticias tan flagrantes.

Hay asuntos que se repiten en lo que va de legislatura que tienen como única lectura que la Junta quiere perjudicar a Badajoz sin argumentos fácilmente creíbles. El pago del IBI de los edificios sanitarios es uno de ellos, y hasta ahora no hemos escuchado motivos creíbles por parte del Ejecutivo autonómico que justifiquen el recorte de este ingreso esencial para el ayuntamiento. La última ocurrencia del consejero de Salud, José María Vergeles, ha sido defender que el SES necesita este dinero que va a dejar de pagar en Badajoz para mantener a los celadores de los Puntos de Atención Continuada (PAC) de los pueblos, como queriendo justificar que si el ayuntamiento pacense sigue en sus trece y exige cobrar la contribución del Infanta Cristina, habrá pequeñas localidades cuyos centros de salud no podrán permanecer abiertos todo el día, porque no habrá forma de costear el personal que necesitan. Vamos, que la ciudad de Badajoz tendrá la culpa de que haya pequeños municipios sin este servicio tan esencial. Un golpe demasiado bajo, en un tema tan sensible como la salud. La sugerencia no tiene desperdicio por demagógica.

El alcalde pacense, Francisco Javier Fragoso, ha dejado claro a la Junta "que se vaya buscando las perritas en otro lado, porque el IBI lo va a pagar", pues no es comprensible que el consejero vea bien que el Ayuntamiento de Badajoz pierda ingresos para cubrir los servicios de sus ciudadanos. Unos ingresos que cada año están más mermados por la bajada del impuesto de obras con la crisis inmobiliaria. Para rematar la jugada llega el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, y aduce que no pueden pagar el IBI del hospital porque el PP les ha dejado un enorme agujero, que tienen que buscar fondos debajo de las piedras y que el dinero no es suyo, sino de todos los extremeños. Otra por la espalda. Como si los pacenses no fueran extremeños o como si lo que está reclamando Fragoso fuese para él y no para sus vecinos.

Dijo más. Según Vara, no se podría entender que los alumnos de los primeros cursos de Medicina estudien en un edificio que no paga IBI (la facultad, porque los inmuebles con contenido educativo están exentos) y sí tengan que hacerlo los de los últimos cursos, cuyas aulas se han habilitado en un ala del Infanta. No sería así si la Junta hubiese construido ya una facultad nueva, como prometió hace años. En todo caso, los estudiantes no deben percibir esta presunta desigualdad en la calidad de su formación lectiva, ni van a tener que pagar más tasas. Eso sí, seguro que las condiciones que reúnen las nuevas aulas habilitadas en el hospital están muy por encima de las del viejo edificio en el que se matricularon. Además, el ayuntamiento recibe compensación del Estado por los edificios educativos que no contribuyen. Ni Vergeles ni Vara se lo están poniendo nada fácil a Cabezas.