El arzobispo, Santiago García Aracil, presidió ayer la misa con la que se reabrió al culto la parroquia de San Juan Bautista, que ha permanecido cerrada durante nueve meses, el tiempo que ha durado la obra para instalar el sistema de calefacción y sustituir el suelo. El nuevo es de mármol blanco con cenefas rojas en el perímetro.