La parroquia de San Roque inauguró ayer un rastro de artesanía con el que pretende obtener fondos para financiar varios proyectos de cooperación en Ruanda. Luis Romero, el párroco de desde hace 19 años, abrió el rastrillo solidario que se celebra desde hace siete años como una iniciativa propia, en el que además de objetos realizados en el país receptor de esta ayuda, se exponen otros objetos artesanos y donaciones de los vecinos.

La elección de Ruanda como destino de los fondos que se obtienen en el rastro se debe a que Romero hizo un viaje para conocer el país. Al volver presentó "a su comunidad cristiana la realidad que vi y desde entonces sufragamos proyectos que ellos nos presentan", manifestó a este diario.

El rastrillo permanecerá abierto al público hasta el próximo día 27 de diciembre y se podrá visitar todos los días de la semana, de cinco a ocho por la tarde, de lunes a sábado, y de doce a dos por la mañana, los domingos y festivos

El objetivo de este año es llegar a la cifra de los 12.000 euros, superando así "los diez mil y pico que obtuvimos el año anterior", explicó el párroco.

Los proyectos a los irá destinado ese dinero son un proyecto de electrificación de una zona rural aislada, a un comedor para niños desnutridos y a una cooperativa de mujeres lactantes.