La iluminación navideña se retrasó el año pasado hasta después del puente de la Inmaculada como medida de austeridad en el gasto, pero este año se ha recuperado la fecha tradicional de encendido porque, según explicó ayer el portavoz del equipo de gobierno municipal, Francisco Javier Fragoso, es una medida de apoyo al comercio y una deferencia a los clientes portugueses, pues en su país la Navidad termina a final de año y no llega hasta la festividad de los Reyes Magos, con lo cual, suelen anticipar sus compras en la ciudad.

El ayuntamiento procedió anoche al encendido de las luces, que son especialmente llamativas en la plaza de España, donde el árbol-cono es un 40% mayor que el año pasado. Muchas de las instalaciones incorporan tecnología de bajo consumo.