El imán de la Mezquita de Badajoz, Adel Najjar, que ya está en España después de haber estado retenido nueve meses en Gaza, volverá a pisar Extremadura en pocas horas, aunque no olvida las dificultades que vive la franja: "los jóvenes me han pedido que hable de la situación en Gaza".

Desde Madrid, ciudad en la que aterrizó el vuelo que lo traía de Egipto, Adel Najjar ha mostrado a Efe su alegría por poder regresar a Extremadura, pero también su tristeza por la situación que vive Gaza.

Najjar viajó a Palestina con su mujer y su hija para estar dos meses junto a su madre, pero cuando pretendía regresar a Egipto la frontera se cerró, por lo que se vio obligado a regresar a la ciudad de Jabaliya.

Allí ha podido comprobar los constantes cortes de luz o de gas que sufre Gaza, el gran número de casas destruidas, los problemas para recibir alimentos, o la escasez de servicios sanitarios, centros educativos y de empleo, "a los pescadores, por ejemplo, no se les permite hacer su trabajo".

"A veces era imposible ver los partidos del Real Madrid debido a los constantes cortes de luz", ha bromeado.

Adel Najjar ha agradecido el esfuerzo realizado por las autoridades estatales, autonómicas y municipales de España para que se conociera su situación, así como los mensajes de apoyo de los vecinos de la barriada del Gurugú (Badajoz): "ni un solo día se han olvidado de mí".

El también portavoz de la Unión de Comunidades Islámicas de Extremadura ha dicho que todo este cariño demuestra el trabajo realizado desde Badajoz por la "convivencia" desde hace más de 20 años.

Ha pedido a las administraciones que no olviden a los miles de ciudadanos que aún continúan retenidos en la frontera de Gaza, estudiantes que no pueden regresar a sus centros educativos o enfermos a quienes se les niega viajar a un hospital para tratarse.

La comunidad islámica en Extremadura y los vecinos del Gurugú esperan ya a Adel Najjar, a quien preparan un recibimiento especial.