El imán y presidente de la comunidad islámica de Badajoz, Adel Najjar, emitió ayer un comunicado para mostrar su sorpresa por las declaraciones del alcalde pacense, Francisco Javier Fragoso, en las que afirmó que la gestión pública de un cementerio musulmán no es sencilla, entre otros motivos, porque el ayuntamiento tendría que impedir que ninguno de los operarios fuese mujer. A este respecto, la comunicad islámica ha querido a aclarar que «en ningún momento se ha hecho mención alguna por parte de los musulmanes pacenses sobre el trabajo de la mujer en un futuro cementerio musulmán», por lo que insta al alcalde a «crear un cementerio musulmán con una plantilla de mujeres trabajadoras».

Aclarado este punto de presunta discordia, la comunidad islámica muestra su «tristeza y decepción» pues, después «de 17 años reclamando y dialogando» con la administración «por un derecho legítimo marcado por la ley española en base al acuerdo de cooperación del año 1992 entre el Estado Español y la Comisión Islámica, no recibimos una respuesta clara y esperanzadora para la solución de esta demanda».

El imán se hace eco de la situación de los musulmanes de Badajoz, que se sienten «en desventaja» en el tema del cementerio respecto a otras localidades como Pamplona, Castellón y Lucena, donde han concedido parcelas para enterrar a sus fallecidos. Por ello, afirman ponerse a disposición del alcalde «para llegar a un entendimiento que nos lleve a una solución justa para que los musulmanes pacenses tengan su cementerio musulmán». Al mismo tiempo, hacen un llamamiento a la convocatoria de una reunión con representantes de la Junta, del ayuntamiento y de la comunidad musulmana «para derribar cualquier obstáculo que impida la creación de un cementerio musulmán».