A 8 años, 6 meses y 1 día de prisión de prisión asciende la pena impuesta por la Sección Primera de la Audiencia de Badajoz a J. A. R. C., como autor de un delito continuado de abusos sexuales contra un menor de 13 años. Y le impone además, la pena accesoria de alejamiento de la víctima a no menos de 500 metros, así como de su domicilio, centro docente o lugar de trabajo, y prohibición de comunicar con el perjudicado por un periodo de 10 años, según consta en el fallo de la sentencia.

El tribunal condena al acusado también, en concepto de responsabilidad civil, al pago de una indemnización de 30.000 euros más los intereses legales, aunque la sentencia aún no es firme, ya que puede ser recurrida en casación ante el Tribunal Supremo.

Los hechos juzgados ocurrieron entre el 2006 y el 2010. El menor, que entonces tenía 11 años, comenzó a colaborar con el ahora condenado en el adiestramiento de perros para exhibiciones, existiendo una relación de confianza mutua y amistad con los padres del chico, según consta en los hechos probados de la sentencia. Estos dicen que en los primeros meses, J. A. R. C. comenzó a realizar tocamientos y a darle besos al menor en los momentos en que estaban solos.

En el verano del 2006, el procesado penetró analmente al niño, manteniendo esta relación durante cuatro años. Considera el tribunal que el procesado "impuso su voluntad" al menor, a quien hacía regalos y daba "gratificaciones de 50 euros por cada exhibición canina".

Indica también el tribunal que de forma paulatina llegó a tener "un importante control sobre su vida". Hasta que el chico se atrevió a contar a sus padres lo que ocurría, procediendo estos a denunciar los hechos ante la Guardia Civil.

El procesado fue detenido el 9 de junio del 2010, dictándose auto de prisión preventiva el día siguiente, situación que se ha mantenido hasta hoy.