El Instituto Municipal de Servicios Sociales (IMSS) ha decidido tomar cartas en el asunto y proteger a sus trabajadores, a los que están en puestos de cara al público atendiendo a los ciudadanos. En todos los centros de servicios sociales existen ordenanzas, a los que se puede avisar en caso de que se produzcan altercados con algún usuario, «pero los trabajadores pedían algo más», según manifiesta la concejala del área, Rosario Gómez de la Peña. Entre las inversiones previstas antes de final de año, ya se ha contemplado la puesta en marcha de timbres quitamiedos en los puestos de trabajo de atención al público, que prácticamente son todos, pues abarca desde educadores, psicólogos a trabajadores sociales, salvo el personal administrativo que realiza los informes y que no trabaja con citas.

Gómez de la Peña señala que en estos momentos están informándose con empresas de alarmas y realizando otras consultas porque no tienen claro cómo llevar a cabo la instalación de estos timbres. Lo que pretenden es buscar algún sistema con el que el trabajador pueda tener en su puesto un dispositivo que, al accionarlo porque considera que se encuentra en una situación complicada, alguien pueda ofrecerle una respuesta para dotarles así de un mecanismo de mayor seguridad, no saben aún si coordinando el sistema de aviso con la Policía Local de Badajoz.

En la Delegación de Vivienda ya hay un puesto dotado con timbre que avisa al ordenanza que normalmente se encuentra en la portería del edificio de la plaza de la Soledad. Si en un momento dado se acciona este mecanismo, acude o se encarga de avisar a la policía. En esta delegación los trabajadores han sido objeto de amenazas. La concejala afirma que quieren poner en marcha los timbres quitamiedos «lo antes posible».

Pero no es la única medida que se va a adoptar. El IMSS va a contratar (2.900 euros) formación específica sobre riesgos y medidas preventivas en trabajos de atención al público que incluirá asesoramiento en la elaboración e implantación del protocolo de actuación frente a agresiones. Los destinatarios son los profesionales del IMSS con atención al público y la actividad formativa tendrá una duración de 4 horas presenciales.

Gómez de la Peña explica que el año pasado el servicio de prevención de riesgos laborales del ayuntamiento valoró las condiciones de todos los puestos de trabajo y empezaron a implantar las recomendaciones, que ahora se van a completar. Todos los que están de cara a los ciudadanos recibirán conocimientos y preparación específica «para que ellos sepan en cualquier momento cómo tienen que reaccionar» ante posibles agresiones, no sólo físicas, sino verbales. La concejala señala que no es habitual que se produzcan situaciones en las que los usuarios pierdan el control, «pero puede suceder».

Fue en agosto cuando CCOO reclamó un protocolo de actuaciones frente a agresiones al personal municipal. Según este sindicato, «durante años y agravado por la crisis socioeconómica en la que nos encontramos, el riesgo de agresiones verbales y físicas hacia los trabajadores de este ayuntamiento ha aumentado considerablemente». En aquel momento se refirió a que la plantilla del servicio de viviendas había sufrido «amenazas continuas de personas conflictivas durante el proceso de adjudicación de viviendas sociales» y también una trabajadora social del IMSS recibió insultos y amenazas por parte de un usuario y tuvo que ser auxiliada por dos compañeros.