Solo han pasado dos semanas desde que se abrió el plazo para solicitar en el Instituto Municipal de Servicios Sociales (IMSS) las ayudas para familias afectadas por la crisis del covid, que el Ayuntamiento de Badajoz ha dotado con una partida de 1.016.000 euros, y ya el concejal del área, Antonio Cavacasillas, estima que posiblemente se quedará corta, ante la avalancha de solicitudes que les están llegando, según ha manifestado a este diario. Por lo que le trasladan los trabajadores sociales, «estamos en una situación de desborde absoluto».

Con esta partida se han establecido tres líneas de ayuda: para gastos básicos, alquiler o hipoteca o el cuidado de niños o mayores. Estas ayudas extraordinarias se pueden solicitar hasta el 15 de noviembre o cuando se termine la cantidad disponible, pero ya el responsable de Servicios Sociales avanza que serán previsores y si comprueban que se acaban mucho antes, buscarán partidas presupuestarias complementarias para incrementar las de Servicios Sociales. «Es muy necesario hacerlo», insiste. La cuantía actual procede del 20% que el Gobierno central permite a los ayuntamientos usar del superávit con fines sociales. «Vamos a ir viendo la demanda, pero posiblemente nos quedemos muy cortos», insiste.

El concejal calcula que el número de solicitudes será muy elevado. Hasta junio el IMSS había atendido el doble de peticiones y de usuarios que en todo el 2019. La principal diferencia radica en que quienes ahora acuden a Servicios Sociales son nuevos demandantes que hasta este momento no habían necesitado ayudas y que ahora hacen cola ante el IMSS. Precisamente esta convocatoria ha sido diseñada para nuevos demandantes, familias que han sufrido las consecuencias del confinamiento.

Cavacasillas describe que desde el primer día se han recibido «gran cantidad de peticiones» porque a quienes las van a solicitar se suman aquellos que quieren informarse de si reúnen las condiciones para pedirlas. El concejal señala que Servicios Sociales ha intentado con la convocatoria tipificar los casos que pueden recibir las ayudas pero. a pesar de ello, hay personas que quieren que sean los trabajadores sociales quienes los informen de manera presencial. Además, otros se interesan por las ayudas de suministros mínimos vitales y por el ingreso mínimo vital, que «de momento» no lleva el ayuntamiento, aunque el concejal está convencido de que puede que se haga cargo.

DRAMA SOCIAL / Para Cavacasillas, esta elevada demanda refleja el «drama social» que existe en Badajoz, como en otras ciudades, como consecuencia de la pandemia. «La gente tiene miedo a lo que vendrá y quiere solucionar su situación actual ya». Lo más complicado para el concejal de Servicios Sociales es que no pueden saber cuántos usuarios van a poder atender, porque todavía hay familias que no han acudido al IMSS. Así, apunta que los Ertes terminan en septiembre y posiblemente en octubre habrá más personas demandando prestaciones.

Una vez que las solicitudes de Ayuecos Covid se tramiten, el concejal se compromete a que se ingresarán en el plazo más breve social. Recuerda que las de alimentación son directas, en los 70 establecimientos adheridos, así como las guarderías. Importantes son las contempladas para el alquiler o la hipoteca, para las que existe un protocolo rápido.

El ayuntamiento pacense viene quejándose a la Junta de Extremadura de que no cuenta con los trabajadores sociales que le corresponden. El 5 de junio Cavacasillas remitió un escrito a la directora general de Política Social para comunicarle que la ley de abril del 2015 de Política Social establece que cada localidad extremeña a partir de 3.000 habitantes debe contar con un trabajador social. Con 150.000 habitantes, a Badajoz le corresponden 50, cuyo sueldo subvenciona la Junta en un 90%. En Badajoz solo hay 23 trabajadores sociales para atender una situación normalizada. Pero la actual es excepcional, de ahí que estén desbordados de trabajo. Cavacasillas expone el caso que le transmitió una trabajadora social, que le contó que a pesar de llevar muchos años trabajando, y haber vivido la crisis del 2008, «nunca he visto nada como esto». En este sentido, el concejal no quiere dejar pasar la decisión de los trabajadores de acortar sus vacaciones, de manera voluntaria. Cavacasillas les envió un escrito para que valorasen esta opción «y no ha habido ni una sola queja», asegura.

La atención en las sedes de Servicios Sociales está siendo «bastante compleja» por el volumen de llamadas telefónicas. Trabajan con citaciones de 9 a 14.00 horas y a cualquier hora hay colas en todos servicios sociales de base de los barrios.

De cualquier modo, el concejal confía en que el ingreso mínimo vital cambie la situación en cuanto a la demanda asistencial. Ahora se lleva desde la Tesorería General de la Seguridad Social que, según Cavacasillas, también está desbordada, entre otros motivos porque la atención del usuario tiene más sentido realizarla por un trabajador social y no por un administrativo. «Además el IMSS hace gestión integral y pide toda la documentación», defiende.