El incendio que la tarde y la noche del miércoles mantuvo en vilo a buena parte de la población de Badajoz, por la enorme columna de humo perceptible en toda la ciudad, que incluso llegó a verse desde Villar del Rey, procedía de Portugal, donde los efectivos no consiguieron evitar que quemase una densa alameda, saltó el río Caya y entró en la finca La Gudiña, que linda con la frontera, bordeó el cortijo, y se propagó hasta otro gran bosque de eucaliptos convertido en estercolero, próximo al hotel Las Bóvedas. Llegó a quemar más de 120 hectáreas de retama, pastizal y alcornoques, en una primera estimación del Plan Infoex. El incendio pudo iniciarse en el país vecino sobre las 17.00 horas, llegó a Badajoz, quedó controlado a medianoche y hasta las 10.00 de la mañana de ayer no se desactivó el nivel 1 de peligrosidad. En el lugar permanecía aún un agente el medio natural, un retén de tierra y un camión.

Según fuentes expertas, la rápida propagación pudo deberse a que se cumplió la regla del 30 : menos de 30% de humedad, más de 30 grados de temperatura y vientos de más de 30 kilómetros por hora. No hubo daños personales. La finca La Gudiña es de pastizal y retama y se dedica al ganado, a juzgar por un montón de estiércol, aunque no debe haber muchos animales, porque el pasto está alto en algunas zonas. Salvo un par de gallinas, ayer no se veía ninguno, aunque podían estar en otras cercas más alejadas. Las llamas no alcanzaron el cortijo pero sí una construcción de columnas y arcos que hace 30 años no se concluyó.

El fuego atravesó la finca hasta la alambrada y alcanzó la gran alameda de eucaliptos que limita con la autovía y el hotel. Se trata de un espacio convertido en un gran estercolero. Entre los árboles se ven esparcidos montones de ripios, muebles desvencijados, neumáticos, restos de poda y hasta animales muertos. Esta materia fue la que provocó que el humo fuese más denso y oscuro y también más tóxico.

La rápida intervención fue crucial para evitar que el incendio llegase a hotel, la gasolinera y el área de descanso, pues las fuerzas de extinción se coordinaron para realiza un contrafuego (no un cortafuego), que consiste en una quema de ensanche empezando desde atrás hacia donde procede el fuego, que al llegar no encuentra combustible porque ya ha ardido. Para realizarlo se requieren grandes medidas de seguridad. La noche del miércoles se hizo.

El concejal responsable del servicio de Bomberos, Francisco Javier Gutiérrez, confirmaba ayer por la mañana que posiblemente éste es el fuego más importante que ha afectado a la ciudad este verano, por extensión y también "el más llamativo". Sí señaló que no se produjeron situaciones de riesgo para las personas. El hotel se desalojó por recomendación de la Policía Local por seguridad. Clientes y trabajadores permanecieron en el exterior, muchos de ellos haciendo fotos. Las llamas estaban más alejadas de El Faro, porque en este tramo no saltaron la autovía.

En la extinción participó el coordinador del Plan Infoex, con 3 camiones, 3 vehículos todoterreno, 30 agentes y el helicóptero. También se activó el Plan de Emergencia Municipal con el nivel 1. Del ayuntamiento acudieron 3 camiones, el todoterreno, 10 efectivos, el jefe de servicio y dos coches de mandos. En el lugar se personaron el alcalde y el concejal. Colaboraron además 4 voluntarios de Protección Civil con el coordinador y 2 vehículos. Del CEPEI de la diputación llegaron dos camiones, de Olivenza y Puebla de la Calzada. Desde Portugal desplazaron un camión nodriza, que abastece a las autobombas, además de un camión con un mando y 8 efectivos. También un helicóptero, pero se marchó porque su acción ya no era necesaria. Cruz Roja aportó 10 efectivos con una ambulancia.