Una enorme columna de humo visible desde muchos puntos de la ciudad alertó ayer por la mañana sobre la existencia de un incendio que debía de ser importante. Ocurrió hacia las 12.25 horas en la fábrica de transformación de tomate de Conesa, ubicada en el poblado de Villafranco del Guadiana, en la carretera que lleva al aeropuerto, y afectó a una torre de refrigeración. Los propietarios de la fábrica, que al principio guardaban un mutismo absoluto sobre lo sucedido, quitaron importancia a lo ocurrido y aclararon que el fuego fue más escandaloso porque prendió fácilmente en el material de la torre, compuesto de fibra de vidrio.

Según los bomberos de Badajoz, que enviaron al lugar tres camiones, los daños económicos debían ser cuantiosos, pero los responsables de la factoría señalaron que estaban pendientes de evaluar. Aunque en principio trascendió que podía haber dos personas afectadas por la inhalación de humo, afirmaron que efectivamente los dos operarios que estaban trabajando más cerca de donde se originó el fuego se sometieron a una revisión médica, pero no se les apreció nada.

Los trabajadores de Conesa, unos 80, salieron de las instalaciones por indicación del protocolo en caso de emergencias, pero no fueron evacuados por los bomberos.