Un incendio intencionado arrasó por completo la madrugada de ayer un quiosco de chucherías ubicado en la avenida Antonio Hernández Gil, en Suerte de Saavedra. Ocurrió sobre las 5.30 horas y cuando los bomberos sofocaron las llamas se comprobó que la puerta había sido forzada con una palanca, por lo que se sospecha que pudieron robar previamente. Por la mañana, el fuego se reavivó y los efectivos del parque tuvieron que volver a intervenir.

El quiosco lo regentan Francisca Reyes, de 67 años, y su hijo, Luis Antonio Benavides, de 36. Desde hace 32 años esta mujer despachaba en este lugar chucherías, dulces y bebidas, pero ya no ve muy claro que pueda volver a hacerlo. No tiene seguro y calcula que las pérdidas rondan los 5.000 euros, entre la mercancía y las 4 cámaras que había en el interior. "Estaba lleno, porque había pedido muchas cosas para el fin de semana", se lamentaba.

El hijo de la dueña cerró el quiosco sobre las siete de la tarde del viernes y fue una vecina la que, de madrugada, les alertó de que el puesto estaba envuelto en llamas. "Tiene llave contra robos, pero han hecho palanca para entrar y para no quedar huellas le han echado lo que sea y le han prendido fuego", contaba la mujer. "Me han quedado empeñada porque ¿con qué le pago yo ahora a los proveedores?", se preguntaba la dueña del quiosco, que tiene su piso hipotecado y cuyo único ingreso son los 500 euros que percibe de pensión.

"Esto solo me daba para que comieran mis hijos y para arreglar un poquito la casa", decía. El suceso hizo que Francisca Reyes rememoraba una y otra vez la tragedia que vivió hace 13 años en este mismo lugar. Entonces, un conductor se empotró contra su quiosco, provocando la muerte en el acto de su madre y dejándola a ella inmóvil de cintura para abajo y con una pierna amputada. "Iba saliendo adelante, y ahora me viene esto. Ya no soy capaz de recuperarme", decía.

A la Policía Nacional no le constaba denuncia por este hecho ayer. Los afectados tenían previsto denunciar.