Elvira Ferrera, su marido y sus tres hijos de 6, 10 y 14 años, viven para contarlo, pero la madre decía ayer que lo ocurrido a su familia había sido un intento de "asesinato colectivo". El lamentable suceso ocurrió en el número 40 de la avenida del Sol, en una casa de la barriada de la Uva.

Entre las dos y las tres de la madrugada, Elvira, que estaba durmiendo como toda su familia, se despertó y vió claridad en el salón. Rápidamente se levantó. Lo primero que se le pasó por la cabeza fueron sus niños que también dormían y los sacó de la vivienda. Con la ayuda de su hermano, que vive en la misma barriada, apagaron con una manguera el fuego, que afectó fundamentalmente a los muebles del salón, aunque el humo inundó toda la casa. Al llegar los bomberos el incendio estaba prácticamente apagado.

Ayer por la mañana, la Policía Científica investigaba el origen de lo ocurrido. Todo apunta a que se trata de un incendio intencionado, pues se descubrieron dos focos, uno en cada una de las dos entradas de la vivienda. El autor echó gasolina de una botella de dos litros, pero el segundo foco no se extendió, circunstancia que evitó la tragedia. Además, Elvira se percató a tiempo de lo ocurrido. "Si hubiera tardado 25 minutos más, no me hubiera despertado", contaba la mujer, quien no acaba de creer lo que les podía haber ocurrido, pensando sobre todo en sus hijos. "No sabía que tenía enemigos que me quieran ver muerta, hasta hoy", se lamentaba.