Ni para la policía ni para los bomberos existían prácticamente dudas de que el incendio que se originó la madrugada de ayer en un garaje comunitario de un bloque de pisos de la calle Pintor Barjola, en la barriada de San Fernando, había sido intencionado. El fuego, que se declaró pasadas las tres de la mañana, calcinó por completo una moto y afectó considerablemente a dos turismos. Además, causó daños en tuberías y la instalación eléctrica.

Fueron unos vecinos quienes alertaron a la policía local de que salían llamas por las rejillas de ventilación del garaje, con acceso por la calle Argüello Carvajal. Los bomberos se tuvieron que emplear a fondo para controlar el fuego (que todo parece indicar que se inició en la moto) para evitar que se propagase por la cochera, de dos plantas con cerca de una veintena de plazas cada una. No fue necesario desalojar a los inquilinos del edificio, a los que se recomendó que permanecieran en sus casas mientras se trabajaba en la extinción. La Policía Científica se desplazó hasta el lugar ayer por la mañana para recabar pruebas ante la sospecha de que el incendio fuese intencionado y la Policía Judicial estaba investigando los hechos.

También para Ángel, propietario de la moto (una Honda CB500x) y de uno de los vehículos afectados (un Peugout 307), estaba claro que el fuego no había sido fortuito. «Hasta esta mañana no me he enterado de que eran los míos», dijo. Entre las hipótesis que barajaban los vecinos estaban la de que hubiera sido el resultado de un acto vandálico (algunos de los vehículos estacionados tenían las lunas y espejos rotos) o de que una o varias personas hubieran entrado a robar y al manipular la moto para llevársela ésta hubiera salido ardiendo y el fuego se hubiera propagado. La Policía Nacional no confirmó ni una ni otra, a la espera de lo que determine la investigación.

«Lo peor no es el daño material, sino el que ha hecho al edificio y la noche que nos han hecho pasar, sin saber qué ocurría y sin poder salir de casa», comentó Ángel ayer por la mañana a las puertas del garaje, del que aún salía un fuerte olor a humo. Los vecinos sospechan que los responsables pudieron acceder a través del ascensor que da al garaje, «porque la cerradura de la llave está forzada».