Un interno de la prisión provincial de Badajoz, que disfrutaba de un permiso penitenciario, ha tenido que ser ingresado en el servicio de urgencias del Hospital Perpetuo Socorro poco antes de su vuelta a la cárcel al sentirse mal, ya que había llevado en el interior de su cuerpo cerca de 500 dosis de sustancias estupefacientes.Según informa la Delegación del Gobierno en Extremadura, el ingreso se efectuó, a iniciativa propia, el pasado jueves pocas horas antes de que finalizara el periodo de permiso concedido, informa la agencia Efe. Este preso, A.D.H., de 51 años, quedó internado en el módulo de seguridad de este hospital, bajo la custodia de miembros del Cuerpo Nacional de Policía, que tras comprobar que el preso mostraba una conducta extraña, le realizaron un cacheo de seguridad en sus pertenencias y en la habitación que ocupaba. En este registro requisaron entre sus ropas, en una estantería de la habitación, 136 dosis de heroína, 298 de hachís y 35 pastillas de éxtasis. Se sospecha que el interno tuvo que recurrir a su ingreso hospitalario tras sentirse mal, ya que toda la sustancia intervenida debería llevarla en el interior de su cuerpo, en concreto en su estómago, con la intención de introducirla en la Prisión Provincial de Badajoz, una vez se reintegrara a dicho centro al concluir su permiso penitenciario. Posteriormente fue sometido a pruebas médicas con el fin de verificar que no existían más sustancias estupefacientes en el interior de su cuerpo.