El Ayuntamiento de Guadiana del Caudillo empieza a salir a flote, tras la difícil fase de transición desde que consiguió la independencia de Badajoz en febrero del año pasado. Ha cumplido un año y, según su alcalde, Antonio Pozo, los beneficios se notan "día a día". Uno, el más palpable, es que las arcas municipales van a ingresar más de 200.000 euros de lo que recibían como entidad local menor, por poner al día el padrón del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) fundamentalmente y el de vehículos que estaban inscritos en Badajoz. "Hemos pasado un achuchón muy bueno por las dificultades económicas pero ya estamos bien, yo creo que la legislatura está salvada", defiende el alcalde con toda la tranquilidad.

Haciendo balance, Pozo no tiene la menor duda de que la independencia ha sido beneficiosa para Guadiana "y lo compruebo día a día, sobre todo la comodidad de no tener que ir a Badajoz, perdíamos dinero y tiempo y ya nos permite a nosotros controlar nuestras propias cuentas y tomar nuestras decisiones".

Tanto es así, que Pozo se comprometió con los vecinos a bajar impuestos el próximo año y dejar el ayuntamiento totalmente saneado al final de legislatura y afirma que lo va a hacer. En concreto, bajará el IBI urbano y el impuesto de rodaje.

En cuanto al IBI, la ponencia del catastro llevaba 16 años sin regularizarse por lo que el ayuntamiento contrató a una empresa externa para cotejar y rastrear las viviendas que no pagaban este impuesto, ya que constaban como solares. La regularización ha permitido dar de alta a 450 viviendas más de las que había, que empezarán a pagar la contribución. Además, a estos vecinos les podrán reclamar cuatro ejercicios anteriores más el corriente. Lo mismo ha ocurrido con 350 vehículos, que no constaban en Guadiana sino en Badajoz y que suponen unos 30.000 euros anuales. Aunque el IBI no está en periodo de cobro, Guadiana ha firmado un convenio integral con el Organismo Autónomo de Recaudación (OAR), dependiente de la Diputación de Badajoz, que mensualmente adelanta cantidades con cargo a los ingresos previstos y a final de año se calcula la liquidación, que Pozo calcula que será positiva. Los presupuestos municipales ya se han aprobado y se elevan a 1,6 millones de euros. Por otro lado, el consistorio está todavía pendientes de la liquidación de las aportaciones del Gobierno central desde el 2010 por parte del ayuntamiento pacense.

Como cuando se aprobó la independencia el curso fiscal ya estaba iniciado, en el 2012 el Ayuntamiento de Guadiana había seguido funcionando prácticamente igual que una entidad local menor pero se ha hecho efectiva el 1 de enero de este año. Eso significa que los impuestos se ingresan directamente sin pasar por Badajoz, además en diciembre se terminó el avance del plan urbanístico, previo a la redacción de su propio plan, que estaba supeditado al de Badajoz. Fundamentalmente, la extensión de la localidad ya estaba estipulada pero sobre todo se ha recalificado suelo rústico que ha pasado a industrial en la salida "natural" de la carretera Ex-209 que va de Montijo a Badajoz.

DESEMPLEO Que haya más ingresos no conllevará más inversiones en infraestructuras pues Pozo cree que la obra pública está muy parada "y no es el momento de hacer inversión" porque además, asegura que la localidad de Guadiana ya está suficientemente dotada de servicios e infraestructuras de las que carecía "y no necesita más", en su opinión. El alcalde recuerda que en la anterior legislatura se hizo la nueva guardería, el centro de día, el de transportes y el tanatorio. Por eso, considera que es el momento de invertir en dar empleo a sus vecinos. De hecho este mes han puesto en funcionamiento una bolsa especial de trabajo para casos de emergencia social, que ya está funcionando. "Todos los recursos que tengamos en los que vayamos más desahogados se van a invertir en empleo", recalca. Los puestos son para mantenimiento y limpieza fundamentalmente.

En Guadiana hay 440 desempleados, en un padrón con 2.541 habitantes. Más de un 30% de la población activa. Eso se debe a que esta localidad tenía una gran dependencia del sector de la construcción, pues llegó a haber entre 30 y 40 empresas dedicadas al pladur y ahora no llegan a media docena. "Ha sido sangriento", reconoce. Tal es la situación que hay trabajadores que se han marchado a Francia, Mauritania y Rumanía.

La independencia también ha afectado al padrón, que se ha visto incrementado, aunque Pozo aún no tiene datos concretos, pero calcula que ya pasarán de los 2.600 habitantes. Está a la espera de la última estadística del INE.