Las familias que han adquirido las últimas 32 viviendas construidas (8 medias y 24 protegidas del régimen general) por la Inmobiliaria Municipal en Gévora aplaudieron ayer durante la entrega de llaves a los técnicos que los han acompañado en este proceso. No ha sido nada fácil, pues a la primera constructora, Uyadla, se le rescindió el contrato por verse inmersa en un proceso de concurso de acreedores y la retomó otra, Lama. Y a última hora, cuando ya estaban a punto de entrar en sus casas, la entidad financiera les exigía el pago de un seguro de desempleo con el que no contaban y que finalmente no han tenido que abonar tras llegar a un acuerdo.

Las llaves se entregaron ayer en un acto celebrado en las Casas Consistoriales, en presencia del alcalde, Francisco Javier Fragoso, y el pedáneo de Gévora, Francisco Sánchez.