Paradójico. Los trabajadores de la Dirección territorial de la Inspección de Trabajo en Badajoz, que por definición debería ser la encargada de vigilar que se cumplen las condiciones laborales, se manifestaron ayer por el mal estado del edificio en el que trabajan.

La Inspección de Trabajo se encuentra en la avenida de Colón. Antes de que la comunidad autónoma asumiese las competencias, el inmueble lo compartía la Inspección con el Inem. Posteriormente el Sexpe ocupó de la sexta a la octava planta, en la quinta está CCOO y de ahí para abajo la Inspección.

Las condiciones "son precarias y penosas" y las instalaciones están "obsoletas", según José Luis Andújar, delegado de Personal Laboral. Hay desprendimiento de techos, la calefacción y el aire acondicionado tienen frecuentes averías, continuos cortes de luz y según el informe elaborado en 1998 por el servicio de bomberos el edificio está considerado "de alto riesgo".

El pasado 30 de noviembre se reunieron con la delegada del Gobierno, pero les respondió que no encuentran dónde ubicarlos. Ya en el 2001 se hizo una campaña de denuncia y calcularon que con el dinero de la sanción se podría acondicionar el edificio. El problema está en la titularidad del inmueble del que ninguna Administración se hace responsable. Además, por la propia normativa "la Administración no se sanciona a sí misma".