Las instituciones que colaboraron en ediciones anteriores de la fiesta de la fundación árabe de Badajoz, Al Mossassa Batalyaws , comprometieron ayer su voluntad de garantizar su futuro, después de algunas "vicisitudes", como dijo el alcalde de la ciudad, Miguel Celdrán, que llevaron a la suspensión parcial el año pasado. Celdrán aseguró que "estamos en el camino bueno para consolidar esta fiesta de Badajoz y de Extremadura".

Este compromiso se expuso en la inauguración de una exposición sobre la fiesta, a la que asistieron el director general de Cultura, José María Corrales; el jefe de Cultura de la diputación, Javier Bodas, el director teatral Miguel Nieto y los presidentes de Amigos de Badajoz, Antonio Manzano, y de la Fundación de Badajoz, Fernando Valdés.

Corrales se congratuló de que "haya oídos y no orejas de escayola que escuchen el clamor de los ciudadanos" por esta fiesta, de la que destacó que "es la única que trasciende y trascenderá la región". Bodas incidió en que "con diálogo y consenso podremos hacer todo lo que queramos", dijo.

PARTICIPACION

Manzano defendió la participación popular en vez de que todo sea "a base de talonario", y agradeció la colaboración de los cientos de personas que han trabajado por Al-Mossassa.

Valdés destacó cómo el acuerdo entre las asociaciones y las instituciones ha sido como una teatralización del proceso de fundación de Badajoz, que también requirió del acuerdo, y señaló que el imán de la mezquita de la comunidad musulmana de Badajoz ha expresado su apoyo a la celebración.

Manifestó Valdés que "aunque ellos no participen por cuestiones de fe, la ven como un acercamiento entre culturas".

También cuenta la organización con la colaboración de los residentes saharauis y de su asociación amiga, que montarán jaimas, en la alcazaba. Así, ambas culturas tienen en Badajoz, dijo Valdés, una expresión de tolerancia y convivencia.