En el Museo de la Ciudad y ahora en el palacio consistorial se exhibe una gran maqueta del Badajoz del 2014, tal como lo planifica la revisión del Plan General de Ordenación Urbana. No deja de ser una maqueta curiosa y mucha gente se acerca para ubicar su vivienda o su parcela.

Los vecinos de la barriada de La Uva difícilmente podrían encontrar sus casas en este detallado mapa tridimensional, porque el nuevo plan prevé la reordenación completa de una zona que sufre vicios urbanísticos de origen, ya que nació como un realojo provisional que se ha mantenido durante cuarenta años. Pero buena parte de las casas ya no son las que eran, porque sus propietarios se han encargado de arreglarlas y adecentarlas.

No me extraña que los vecinos entrasen en cólera cuando alguien les dijo que sus viviendas iban a desaparecer y en su lugar se construirían bloques de pisos. Nadie les mintió, como ha dicho la concejala de Urbanismo, Cristina Herrera, pero quizá la información se descontextualizó, pues ese plan urbanístico del que les han hablado no deja de ser provisional y además cualquier ordenación deberá ser negociada con ellos. Pero también es cierto que nadie ha contado con su opinión previamente, antes de que los técnicos hayan borrado sus hogares del papel.