El concejal de IU, Manuel Sosa, denunció ayer que tres meses después del cierre del mercado de Santa Ana el ayuntamiento no haya realizado ninguna actuación y teme que lo que busca el consistorio es "su progresivo deterioro hasta llegar al estado ruinoso y poder demolerlo".

Sosa aseguró que algunos de los comerciantes que vieron cerrados sus negocios han iniciado procedimientos judiciales porque desde el ayuntamiento tampoco se les da una respuesta. El concejal también se quejó de que el equipo de gobierno no le haya informado del expediente sanitario.

Por su parte, Alejandro Ramírez del Molino explicó que los técnicos municipales están elaborando un estudio a partir del informe de los veterinarios para determinar el coste que supondría salvar las deficiencias del mercado y poder reabrir los negocios existentes cuando se cerró.

Afirmó que si se trata de una cuantía razonable, "puede que vuelvan esos comerciantes mientras se estudia un futuro proyecto para el conjunto del edificio", para lo que recurrirán al anunciado concurso de ideas.