La incoherencia de IU de Extremadura es clamorosa. Esta IUncoherencia llevó a la coalición a permitir, con su abstención, el gobierno de la derecha en la región, a pesar de que había una mayoría de izquierdas con posibilidad real de gobernar. La pinza volvió a funcionar y el PP se alzó con el gobierno gracias al apoyo por pasiva de IU. A cambio, IU recibió un puesto en la Mesa de la Asamblea al que no tenía ningún derecho por matemática electoral, e incluso alguno de sus miembros fue premiado con una dirección general. Se entiende que si IU aceptó esos regalos debía de ser a cambio de algo y que si había permitido que el PP gobernase, su acción tendría la consecuencia lógica de que este partido pudiese hacerlo.

Pero cuando llega la primera ocasión para que el PP lleve a cabo su acción de gobierno, como es la aprobación de sus primeros presupuestos, la IUncoherencia actúa de nuevo y estos presuntos izquierdistas dicen que nones. Y encima pretenden que las enmiendas a la totalidad que han presentado ellos y el PSOE, se voten por separado, en lugar de hacerlo conjuntamente, lo que impediría a los socialistas votar la suya propia.

Por coherencia y por ética, el PSOE, aunque ha decidido lo contrario, debería no apoyar la enmienda presentada por IU. Creo que el PSOE debería votar solo su propia enmienda, aunque suponga que los presupuestos del PP sigan adelante. Es cierto que el proyecto de presupuestos hace aguas por todos lados, incluyendo el salvaje tijeretazo que pretendía dar a la partida de la Uex y que parece que se ha solucionado in extremis, pero también es verdad que Extremadura necesita los presupuestos y que en el País Vasco, PSOE y PP han aprobado conjuntamente los presupuestos de esa comunidad.

El PSOE debe hacer lo que le corresponde. Debe, por tanto, hacer lo posible para exponer, debatir y votar su propia enmienda a la totalidad. Para eso, debe abstenerse o votar en contra de la de IU. Eso es, además, una forma de bajarle los humos a estos IUncoherentes, cuya acción política es sinónimo de inestabilidad. Extremadura no se merece este espectáculo. La dimisión reciente de la mitad más uno de los miembros de la presidencia de IU es prueba de que ni ellos se entienden. El PSOE puede reconducir los presupuestos hacia la sensatez. No caigamos todos en esta peligrosa IUncoherencia.