En la entrada del parque de los Sitios, donde se encuentra el monolito del escultor Estalislao García que recuerda a los fallecidos durante los asedios de la ciudad en la Guerra de la Independencia (1812), todo es paz y orden y se respira tranquilidad. Pero a medida que el paseante se adentra siguiendo el foso de la muralla en el entorno del baluarte de Santa María, se acrecientan los síntomas de abandono. Hay un par de ramas de grandes dimensiones caídas en el suelo, con las hojas ya secas por el tiempo transcurrido sin que nadie las recoja, vegetación incontrolada en los senderos, jardines desérticos y, sobre todo, numerosos restos de fogatas desperdigadas por todo el fondo del parque, tanto en la superficie del terreno como en sospechosos agujeros escarbados en el suelo.

Esta situación de dejadez ha sido denunciada por la Asociación de Vecinos de Pardaleras, cuyo presidente, Juan José Martín Santos, lamenta que este singular y «coqueto» espacio, que se recuperó en el 2012 con motivo del bicentenario de la Guerra de la Independencia, no se cuide y sea objeto de los vándalos, que tienen carta blanca para actuar impúdicamente a sus anchas sin que nadie les llame la atención. Según el presidente vecinal, este lugar escondido sirve de refugio a grupos de jóvenes, que lo han hecho suyo. Para evitar esta situación, Martín Santos no solo pide mayor vigilancia policial (que debería hacerse a pie, pues los vehículos no pueden entrar en el parque), sino la instalación de cámaras de vigilancia, que actuarían de forma disuasoria y con las que se podría identificar y sancionar a los autores de los actos de vandalismo «y verás qué pronto se acaba el problema», sentencia.