De las ardientes arenas del desierto de Dubái a las frescas sombras bajo las encinas de la dehesa extremeña. ¿Qué busca el primer ministro de los Emiratos Arabes Unidos y monarca de Dubái, Mohammed bin Rashib Al Maktum en la provincia de Badajoz? La visita relámpago realizada el miércoles por el mandatario a la finca de 220 hectáreas que acaba de adquirir a 5 kilómetros de Táliga, en el término municipal de Olivenza, ha suscitado numerosas especulaciones y expectativas en el entorno sobre los motivos por los cuales el jeque Mohamed, el monarca árabe más rico del mundo, ha puesto sus ojos en esta zona del mundo.

El emir llegó con un séquito integrado por unas veinte personas para pasar la tarde con un amigo, el empresario jordano Ahmad Al Khatib Alesh, dueño del matadero de Olivenza. En la finca, el restaurante de Badajoz Marchivirito tenía preparada bajo una carpa suculentas viandas en las que se echaron en falta bebidas alcohólicas y se ausentaron los productos del cerdo. Llamaban la atención sobre una traviesa cuatro halcones, como buena prueba de la afición del jeque por la cetrería, uno de los motivos --según dicen-- por los que se haya fijado en esta tierra, para la cría y entrenamiento de estas rapaces, que pueden llegar a costar en torno a 50.000 euros cuando están preparadas.

Nada se sabe de cuánto ha pagado por la finca La Asomada, pero sí que la ha comprado como destino de recreo, donde quiere construirse una residencia de 1.500 metros cuadrados, en mitad de la dehesa. En estos terrenos, dedicados ahora a la cría de ganado vacuno, existen varias naves, pero ninguna vivienda.

Conocida es la pasión de la familia real por la cría de caballos de pura sangre y por las carreras. El alcalde de Táliga, David Fernández, apuntaba que ésta podría ser una de las pretensiones a la hora de decidirse por este emplazamiento, pues de Táliga proceden algunos campeonatos de raids. De hecho, la familia real dubaití está detrás del proyecto presentado en el Ayuntamiento de Badajoz para la puesta en uso de la finca municipal de Las Arenosas con instalaciones para la celebración de raids, a través del empresario del matadero de Olivenza.

El emir de Dubái y su primogénito, el príncipe heredero Hamdam bin Mohamed bin Rashid al Maktoum, ya han adquirido además para dedicarlas a la cría de caballos dos fincas en la provincia, una de 1.000 hectáreas en Llerena y otra de 400 en Zapatón, en la carretera entre Badajoz y Alburquerque.

Precisamente al proyecto del centro de competiciones de Las Arenosas se refirieron ayer en la presentación del 49 Raid Hípico Ciudad de Badajoz. "Pasaríamos a jugar en Champions", dijo Fefo Rodríguez de la Sociedad Hípica Lebrera. Estas instalaciones harían de Badajoz, según los responsables de la entidad, un "referente en el ámbito nacional", pues en estos momentos no existe ninguna de esas características en España. Por su parte, el concejal de Deportes, Miguel Angel Rodríguez de la Calle, apuntó que este asunto lo llevan "personalmente" el alcalde y el primer teniente de alcalde y confió en que el proyecto llegue "a buen puerto" porque sería beneficioso para el conjunto de la ciudad.

Caballos o halcones. El alcalde de Táliga lo que cree es que lo que verdaderamente ha atraído al jeque Mohamed a este rincón del planeta ha sido "el clima, la paz y la tranquilidad", pues para diversiones ya están Marbella e Ibiza. Este alcalde piensa que en esta tierra se mima el anonimato y prueba de ello es que toreros como El Juli, Talavante o Perera pueden disfrutar de un café en los bares de Táliga sin ser perturbados, como pudiera hacer dentro de poco el emir de Dubái "y ése es el respeto que hay que darle", sugiere.