Unas 70 mujeres de El Gurugú, El Progreso y La Uva aparcaron ayer sus ocupaciones y sus preocupaciones para dedicar la tarde a partirse de risa. Estas alumnas de los centros de promoción de la mujer se rieron de lo lindo en un taller de risoterapia.

Esta actividad sirvió para reunir a las alumnas de los talleres de autoestima de los tres centros con el fin de que pudieran conocerse y compartir una experiencia lúdica y formativa.

Durante unas horas dejaron atrás la cocina, la familia y el trabajo, y se emplearon a fondo en jugar con globos, bailar e intercambiar abrazos.

Ana Guisado, psicóloga del Teléfono de la Esperanza, fue la encargada de dirigir el taller y de romper el hielo inicial, ya que algunas de las mujeres reconocieron que "a veces, los problemas no nos dejan reír, no nos sale la risa".

Sin embargo, sí consiguieron olvidarse de los problemas y relajarse después de que Ana Guisado les recordara los beneficios físicos, emocionales y sociales de la risa. "El humor nos permite ver la vida con más optimismo y permite desarrollar habilidades sociales".

El objetivo final de la risoterapia y de los talleres de autoestima que se están impartiendo en estas tres barriadas de la margen derecha es "mejorar la salud de las mujeres de la manera más lúdica y divertida posible", según Lola Fernández, responsable del Area de Salud Comunitaria del centro de salud de El Progreso.

Según explicó, estos talleres forman parte del programa de este centro de salud, que además de la asistencia atiende la promoción de la salud. Por ello, desde el 2006 organiza talleres de este tipo y este año se centran en las emociones y la autoestima. Sus destinatarias son "amas de casa con inquietudes que buscan un espacio para promocionarse en el ámbito cultural y social".