En una bolsa de deportes, abrigada con una manta azul y llorando. Así encontró una joven el miércoles por la noche a un bebé, con entre 24 y 48 horas de vida y todavía con una pinza en el cordón umbilical, junto al portal de un bloque de pisos en el número 9 de la calle Sergio de Luna, en Ciudad Jardín, a solo unos pocos metros del hospital Materno Infantil.

La chica, de 25 años, salía del edificio donde viven sus suegros sobre las diez de la noche cuando encontró al bebé, una niña de pelo rubio y tez blanca, en un rincón de un pequeño patio con cancela que precede al portal del bloque. "La puerta chocó con la bolsa y se dio cuenta de que era un bebé. Vimos que estaba bien y llamamos a la policía", contó ayer Ana María Dópido, suegra de la joven que prefirió no hacer declaraciones a la prensa.

La niña estaba vestida con ropa de color claro y en la bolsa solo encontraron un chupete. "Estaba llorando, la acuné un poco y se calló", explicó Ana María Dópido. Pocos minutos después llegó una patrulla de la Policía Nacional y una ambulancia del 112, en la que trasladaron a la recién nacida al Materno Infantil. Allí, los médicos confirmaron que se encontraba en buen estado de salud. La niña pesa 3,4 kilos y no presentaba síntomas de hipotermia, según informó el Servicio Extremeño de Salud (SES).

Y es que la pequeña no debió pasar mucho tiempo a la intemperie, pues, según relató otra vecina, Marisol de Luis, su marido y su hijo habían llegado a casa sobre las diez menos cuarto de la noche y no habían visto nada. Cuando la joven que halló al bebé alertó a sus familiares, su novio dio una vuelta por los alrededores para intentar localizar a quien dejó a la niña, pero "no vio a nadie". Ni los vecinos ni las limpiadoras de la comunidad encontraron tampoco nada extraño en la entrada del edificio.

"Ha sido un susto y nos ha dado mucha pena de que la hayan abandonado así", lamentó Ana María Dópido. "Era muy linda y me entraron ganas de meterla para casa, pero se la tenían que llevar", decía con una sonrisa. También reconoció que no ha sido una noche fácil, "porque he pensado mucho en la niña y me da pena que todavía sucedan estas cosas. Una no se da cuenta de eso hasta que lo pasa", reflexionó.

NOCHE FRIA Ana María Dópido se alegraba al menos de que su nuera hubiese encontrado a la niña poco después de que la dejasen en su portal porque "si hubiera sido más tarde, anoche hacía frío y hubiera podido pasarle algo".

La Policía Nacional continuaba al cierre de esta edición investigando el caso para localizar a los padres del bebé. La delegada del Gobierno, Carmen Pereira, ya había señalado por la mañana que no los agentes no tenían, por el momento, ninguna pista.

Y es que a primera hora de la mañana eran muy pocos los vecinos de la calle Sergio de Luna Gómez --ni del propio bloque donde la encontraron-- que se habían enterado de la noticia y muchos menos los que habían presenciado la llegada de la ambulancia y la policía la noche anterior. "Oímos llorar a un bebé, pero se calló enseguida y pensamos que era el hijo de una vecina", comentó una de las inquilinas del edificio.