Juan García Pérez comenzó a trabajar en la Historia de la Diputación de Badajoz en el 2001. Desde entonces ha coordinado, "con total libertad", manifestó ayer, el trabajo de otros siete historiadores.

--¿Cuál es la diferencia fundamental entre la diputación actual y la de épocas anteriores?

--Hay una esencial, en la diputación del 1979 los diputados y el presidente son resultado de elecciones y el pleno es un foro de debate de concepciones diferentes sobre política general y sobre proyectos de desarrollo de la provincia de Badajoz y se acaba de una vez con la disciplina y la sumisión al mando militar, cuando sesión tras sesión se aprobaba por asentimiento todas las propuestas de la presidencia. Hay también una diferencia que se nota ya en la transición, que las funciones benéficas y asistenciales se cambian por otras dedicadas a la cooperación municipal y de asesoramiento técnico; pasa de ser una institución benéfica a una que fomenta el desarrollo.

--¿Cuáles han sido los periodos más negros de la diputación?

--El de la Guerra Civil y la postguerra, porque durante la guerra prácticamente no funciona si no es con el beneplácito del gobernador militar; los diputados y el presidente son por decisión corporativa de los militares. Pero sobre todo, el problema es económico, no hay recursos con los que operar y se estanca todo tipo de inversión. Y en la posguerra, hasta que no se superan las comisiones gestoras y a partir de la reforma de las Haciendas Locales de 1952 no crecen los recursos, tampoco se puede hacer gran cosa. Entonces es una institución cerrada.

--¿Cuándo se produce el cambio económico?

--Los años 60 son importantes para el inicio de soluciones. Estando en la presidencia Adolfo Díaz Ambrona se empiezan a tener recursos significativos que permiten actuar en materia de abastecimiento y saneamiento de agua en los pueblos, creación de centros de higiene primaria y sale del propio palacio para acercarse a los ayuntamientos de la provincia. Y luego, una etapa de enorme importancia, a partir de 1997, cuando se supera un periodo muy crítico desde el punto de vista financiero y de endeudamiento.